Líderes de Massachusetts reaccionaron contra el borrador de fallo filtrado a los medios de comunicación el 2 de mayo el cual mostraba que la mayoría conservadora de la Corte Suprema busca anular la sentencia Roe v. Wade, que en 1973 estableció garantías para el acceso al aborto.
La alcaldesa Wu, señaló: “Este es un momento devastador para nuestro país (…) nuestra sociedad está siendo amenazada por una minoría decidida a llevarnos de regreso a la década pasada».
Sgún Wu, Massachusetts fue el primer estado en eliminar a nivel legislativo «los requisitos de consentimiento para que los jóvenes accedan al aborto».
Por otra parte, el gobernador Charlie Baker dijo: “Si SCOTUS (Corte Suprema) anula Roe, sería un gran retroceso para las mujeres (…) no habría leyes que protejan el acceso al aborto y los servicios de salud reproductiva”.
Massachusetts aprobó una ley en 2020 que amplía el acceso al aborto para jóvenes de 16 y 17 años, además de permitir el procedimiento pasados los 6 meses en algunos casos.
Si la Corte Suprema revoca el derecho al aborto, eventualmente permitiría a los estados tomar sus propias decisiones.
La representante Ayanna Pressley el 12 de mayo hizo un llamado al Senado y la Cámara de Representantes a tomar medidas decisivas para aprobar una legislación que codificaría efectivamente Roe v. Wade en la ley federal. Sin embargo, esta no logró avanzar.
Elizabeth Warren, senadora, mostró su descontento: “estoy molesta porque una Corte Suprema extremista de los Estados Unidos cree que puede imponer sus puntos de vista a todas las mujeres de este país. He visto el mundo donde el aborto es ilegal (…) Y no vamos a volver. Jamás», concluyó.
Antes del caso de Roe contra Wade, en 30 de los 50 estados que forman Estados Unidos el aborto era completamente ilegal. En otros 16 estaba condicionado a determinados casos como violaciones o peligro de muerte para la madre o el feto. Y solo en 4, se podía ejercer libremente. La sentencia revirtió por completo esta situación.
