La administración Biden comprará $1 mil millones en pruebas rápidas de COVID-19 para que los estadounidenses puedan realizarlas en casa. La administración busca cuadruplicar el número de pruebas disponibles para diciembre, dijeron dos funcionarios gubernamentales.
El contexto: La noticia se produce tras la decisión del lunes de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de permitir la venta de una prueba de antígenos de los laboratorios Acon, con sede en Estados Unidos.
- La administración también pretende aumentar las pruebas gratuitas. Biden pretende ampliar a 20 mil el número de farmacias que participan en el programa de pruebas gratuitas del gobierno federal.
- A los funcionarios de la FDA les preocupa que las pruebas rápidas de antígenos, que ofrecen un resultado en cuestión de minutos, sean menos precisas que las pruebas de PCR.
¿Qué dicen? «Estas pruebas son baratas de hacer y hay mucha demanda», dijo Ashish Jha, decano de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown. «La razón por la que el mercado no ha funcionado es porque la FDA ha dificultado mucho la salida de estas pruebas al mercado».
- Scott Becker, director ejecutivo de la Asociación de Laboratorios de Salud Pública, afirmó que la escasa disponibilidad de las pruebas rápidas fue un obstáculo para diagnosticar y hallar a los contagiados.
- Algunos expertos afirmaron que sería fundamental que el gobierno deje claro cuándo deben utilizarse las pruebas y que se asegure de que no se desperdician.
Fuente principal de la noticia: The Washington Post
