Funcionarios de la administración de Joe Biden han estado en desacuerdo sobre las consecuencias de permitir que los beneficios por desempleo expiren para millones de personas la próxima semana. Numerosos asesores económicos de la Casa Blanca están frustrados por la posición del presidente para dejar que la ayuda caduque.
El contexto: En conversaciones privadas, altos funcionarios de diversas partes del gobierno, incluido el Consejo Económico Nacional y el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, la Oficina de Gestión y Presupuesto; y el Departamento de Trabajo, han indicado que creen que el fin de beneficios representa un grave peligro para los desempleados.
Esa creencia está en conflicto con la posición declarada por la administración, de que es “apropiado” que finalice el programa federal de emergencia, una opinión que Biden sostuvo personalmente.
La información la dieron dos altos funcionarios de la administración y cinco personas que se comunican frecuentemente con funcionarios del gobierno.
El viernes se publicó un informe sobre el empleo, más débil de lo esperado: la economía sumó solo 235 mil puestos de trabajo en agosto, mucho menos que el aproximado de 1 millón de julio.
La variante delta del coronavirus continúa teniendo un impacto severo en la recuperación económica.
¿Qué dicen? “Hay mucha ansiedad internamente en este momento, particularmente dada la -variante- delta (…) mucho más de lo que había hace dos meses”, dijo un alto funcionario de la administración a The Washington Post a finales de agosto.
Un asistente demócrata del Congreso agregó: “A nivel del personal de la Casa Blanca, hay mucho apoyo para enfocarse en al menos tratar de extender semanas adicionales para trabajadores autónomos y autónomos. Pero no lo están intentando”.
Las fricciones internas de la Casa Blanca sobre el corte de la ayuda por desempleo reflejan el desafío que enfrenta Biden.
Fuente principal de la noticia: The Washington Post.