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WASHINGTON – La administración Trump dio a conocer una nueva prueba de ciudadanía estadounidense el viernes 13 de noviembre, agregando una gama más amplia de temas de historia y educación cívica, y requieriendo que los residentes legales respondan correctamente el doble de preguntas para aprobar el examen.

El nuevo examen, que ha estado en desarrollo durante años como parte de una revisión que se realiza una vez cada 10 años, requiere que los solicitantes respondan al menos 12 preguntas orales correctamente, en comparación con las seis del examen más reciente, que ha estado vigente desde el 1 de octubre de 2008, al final de la presidencia de George W. Bush. Aquellos que presentan el examen deben responder correctamente al menos el 60 por ciento de las preguntas.

Los defensores de los inmigrantes dijeron que el examen les parece más difícil que las versiones anteriores, ya que es más largo, más matizado y en algunas preguntas tiene un tinte político.

Una nueva pregunta es: “¿A quién representa un senador de los Estados Unidos?” La respuesta correcta según la prueba anterior era: “Todas las personas del estado”.

Según la nueva versión, la respuesta correcta es “ciudadanos de su estado”. El presidente Donald Trump ha tratado de excluir a los inmigrantes indocumentados del censo que se realiza cada 10 años con el propósito de asignar escaños en el Congreso.

La nueva guía de estudio contiene 128 preguntas en tres categorías: gobierno estadounidense, historia estadounidense y símbolos y días festivos, frente a 100 de la versión anterior. La nueva prueba también podría tardar más en administrarse: los funcionarios deben hacer las 20 preguntas, mientras que antes, dijeron los defensores de los inmigrantes, los funcionarios solían detenerse cuando un inmigrante respondía correctamente al mínimo requerido de seis.

Los funcionarios del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los EE.UU. (USCIS, por sus siglas en inglés) dijeron que el examen actualizado entrará en vigencia el 1 de diciembre, aunque los solicitantes de edad avanzada que hayan sido titulares de la tarjeta verde (green card) durante al menos 20 años podrán tomar la versión más corta.

Joseph Edlow, subdirector de política de la agencia, dijo que la nueva prueba prepara a los inmigrantes “para convertirse en miembros de pleno derecho de la sociedad estadounidense”.

“USCIS ha trabajado diligentemente en la revisión de la prueba de naturalización desde 2018, confiando en las opiniones de expertos en el campo de la educación de adultos para garantizar que este proceso sea justo y transparente”, dijo en un comunicado. El nuevo examen se presentó a organizaciones comunitarias y voluntarios durante el verano como parte de un programa piloto.

Doug Rand, un exasesor de políticas de inmigración del gobierno de Obama que dirige una firma llamada Boundless Immigration, tuiteó que la nueva prueba es “innecesaria, injustificada, demasiado compleja y descaradamente ideológica” y pidió al presidente electo Biden que restaure la prueba de 2008.

“Este es un intento obvio de lanzar un obstáculo más frente a los inmigrantes legalmente elegibles para la ciudadanía estadounidense”, dijo.

USCIS ha estado trabajando en la nueva prueba desde 2018, y el año pasado anunció que la estaba actualizando justo cuando la agencia estaba viendo una avalancha de nuevas solicitudes. Cientos de miles de inmigrantes se naturalizaron durante el mandato de Trump, algunos inspirados por sus medidas enérgicas contra la inmigración, lo que provocó un retraso.

Los funcionarios eliminaron la sección de geografía de la prueba anterior, que incluía preguntas como «¿Qué océano hay en la costa oeste de los Estados Unidos? (Respuesta: Pacífico) y agregaron preguntas más nuevas y más técnicas sobre el gobierno.

Una nueva pregunta plantea: “¿Cuál es la forma de gobierno de los Estados Unidos?” (Posibles respuestas: República, República federal constitucional y democracia representativa).

Otra pregunta pide a los solicitantes que nombren cinco de los 13 estados originales, mientras que la prueba anterior les pedía que nombraran tres.

A los analistas les preocupa que la administración de la prueba lleve más tiempo, lo que podría limitar la cantidad de exámenes que los oficiales pueden manejar.

“Son matemáticas básicas”, dijo Krish O’Mara Vignarajah, presidente y director ejecutivo del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados. “Si hace la prueba el doble de larga, lleva el doble de tiempo y los oficiales de USCIS procesarán a la mitad de los solicitantes”.

El portavoz de USCIS, Dan Hetlage, dijo que el mayor número de preguntas “proporciona una medida más precisa” de la comprensión de la educación cívica por parte de los solicitantes y “asegura la confiabilidad y validez de la puntuación”.

Centrarse en temas de historia y educación cívica podría darles a los solicitantes “más preguntas de temas con los que están familiarizados, asegurando así una mejor oportunidad de aprobar el examen”, dijo.

Los funcionarios eliminaron las preguntas de geografía, dijo, “porque no estaban lo suficientemente atadas al criterio estándar”.

La ley federal requiere que los inmigrantes aprueben un examen de ciudadanía, junto con otros requisitos, como pagar una tarifa, aprobar la verificación de antecedentes penales y poder hablar inglés básico. Los funcionarios también habían intentado casi duplicar la tarifa de solicitud de ciudadanía de $640, pero un juez federal en California bloqueó esa medida en septiembre.

Sarah Pierce, analista de políticas del Migration Policy Institute, un grupo de expertos de Washington, dijo que la administración entrante de Biden debería revisar el nuevo examen.

“Obviamente, están tratando de hacerlo más difícil”, dijo. “¿Qué se logrará con ese fin?”

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