La pandemia ha exacerbado las brechas sociales en el sector educativo, según explica, Fernando Reimers, director de la Iniciativa Global de Innovación Educativa y del Programa de Política Educativa Internacional en la Universidad de Harvard. En un estudio realizado junto a la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo (OECD), en el que entrevistaron a más de 1500 personas en 60 países, encontraron que la educación en medio de la pandemia no ha llegado a todas partes, y las desigualdades en cuanto a oportunidades, tecnología, y la capacidad propia de aprendizaje se han ampliado.
«Las consecuencias son muy serias si los niños no aprenden. También puede que muchas familias dejen a un lado a la escuela debido a la complejidad que representa actualmente. Otro caso negativo puede ser que los estudiantes no se gradúen, y eso puede repercutir en el futuro de los ingresos de estas personas», dijo Reimers. Además, el experto aseguró que según un estudio realizado en el 2011 el 28 por ciento de los latinos gana menos que los blancos no latinos, debido a que no acceden a la misma calidad de información que otras comunidades.
Ante este escenario, ¿cuáles son las medidas que las escuelas y el sector educativo deben tomar? Según el estudio de OECD, la evidencia de epidemias anteriores sugiere que el cierre de escuelas puede prevenir hasta el 15% de las infecciones. Si bien esta proporción es modesta en comparación con otras medidas de política pública (por ejemplo, el distanciamiento social en el lugar de trabajo, que puede reducir la transmisión hasta en un 73%, el aislamiento de casos, con un efecto de alrededor del 45% o la cuarentena doméstica, con un efecto de alrededor del 40%), no es despreciable, y en algunos países existe una amplia interacción entre los niños más pequeños y las generaciones mayores que corren mayor riesgo de contraer el virus.
Sin embargo, se pueden tomar varios pasos para gestionar los riesgos y las compensaciones. Es importante desarrollar protocolos claros sobre el distanciamiento físico, incluida la prohibición de actividades que requieren grandes reuniones, escalonar el inicio y el cierre del día escolar, escalonar los horarios de las comidas, trasladar las clases a espacios temporales o al aire libre, y tener la escuela en turnos para reducir el tamaño de la clase. Igualmente importante son los protocolos y las prácticas de higiene, que incluyen el lavado de manos, la etiqueta respiratoria, el uso de equipos de protección, los procedimientos de limpieza de las instalaciones y las prácticas seguras de preparación de alimentos.
El sector educativo debe tener la capacidad de realizar evaluaciones de riesgos para los maestros y tomar las medidas adecuadas para apoyarlos. Se necesita orientación y procedimientos efectivos para controlar la salud de los estudiantes y el personal, mantener un contacto regular con las autoridades sanitarias locales y actualizar los planes de emergencia y las listas de contactos. Cuando los estudiantes ingresan a las instalaciones, es posible que sea necesario tomar su temperatura y que los estudiantes infectados sean aislados y atendidos por personal médico especializado, sin estigmatizarlos. Es posible que los maestros también necesiten hacerse una prueba antes de que la escuela vuelva a abrir, y los gerentes de salud y sanitarios de las escuelas deben tomar la temperatura de los maestros cuando ingresan a las instalaciones.
Debido a los riesgos, la educación online y de continuidad ha sido el modo empleado en medio de la pandemia. Los datos arrojan que el 17% de los estudiantes no han aprendido lo suficiente y el 51% indicó que los estudiantes sí lo han hecho, pero menos de lo que normalmente habrían aprendido en la escuela. En general, la estrategia de continuidad educativa es vista positivamente por los encuestados.
Reimers recomienda ejemplos y modelos de éxito que se han realizado en otros países. «Debemos crear una plataforma en línea que integren enlaces a radio, televisión, PDF, documentos, y links ya que eso simplifica la tarea a los profesores debido a que hay mucha información en línea, y esto ayuda a organizar. También es importante involucrar a los padres pero hay que darles recursos, como lo hizo España», explicó.
Para Reimers la base de la educación es la lectura, por ello ha publicado 4 libros para niños,
los cuales se encuentran en cinco idiomas, en formato de papel o audiolibros. Sus cuatros libros son: La historia de Filomena, el primer libro de la serie, Filomena descubre que todos vemos el mundo a través de un estado de ánimo y que la observación es una herramienta poderosa para ayudarnos a comprender cómo otros ven el mundo. En Filomena’s Friends, el segundo libro de la serie, Filomena pasa muchos días en el jardín durante el verano con un grupo diverso de amigos que enriquecen su vida. Descubren juntos cuánto pueden lograr los amigos trabajando juntos.En Filomena’s Seasons, el tercer libro de la serie, a medida que se acerca el verano, Filomena reflexiona sobre el paso de las estaciones y se da cuenta de cómo marcan nuestras vidas. Cuando recuerda a su amiga Winter, descubre que a medida que pasamos tiempo con otros nos convertimos en parte de quiénes son y se convierten en parte de quiénes somos.El cuarto libro de la serie, Los maestros de Filomena, Filomena conoce a Andria, una maestra que enseña a los estudiantes que han abandonado sus países de origen y se han convertido en refugiados. A medida que les enseña a ganar voz a través de las artes, Andria y Filomena descubren cuánto pueden enseñarles estos estudiantes.
«Mi propósito con estos libros es promover el desarrollo del lenguaje y la capacidad de lectura de los niños. Poder leer con compresión y el gusto por la lectura, es la base de la educación. Pero, no se trata solo de leer, sino de conversarlo. Al final de los libros, hay preguntas para que los niños conversen con sus abuelos, o padres», finalizó.
En este link puede ver los libros de Fernando Reimers.