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Cómo Lynn está lidiando con una pandemia sin un hospital

Este artículo fue publicado en inglés en WBUR, lea la versión en inglés aquí.

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El Planeta Radio: Lynn en tiempos de Coronavirus

Tibisay Zea, reportera de El Planeta Boston, y Simón Ríos, reportero de WBUR 90.9FM Radio Pública de Boston, le traen información importante acerca de la situación en Lynn en tiempos de coronavirus.

En noviembre pasado, la ciudad de Lynn perdió su único hospital, un evento que los activistas describen como el tiro de gracia tras una década de golpes en contra del sector salud de la ciudad.

Cuando el Union Hospital de Lynn cerró, se convirtió en parte de la red del North Shore Medical Center. En las instalaciones todavía se ofrecen servicios a pacientes ambulatorios, pero los servicios que normalmente se asocian con atención hospitalaria — tal como estancia nocturna, acceso a sala de emergencias y la capacidad de hacer cirugías — ya no están disponibles.

Ahora Lynn tiene el quinto número más alto de casos de COVID-19 en el estado, y algunos residentes enfermos se están quejando de que no tienen a dónde acudir.

«Seguimos llamando a la clínica»

Lesli Escalante vive con su esposo y sus dos hijos en Lynn. Su esposo es albañil y cree que se contagió de coronavirus en el trabajo. Todos en la casa se enfermaron, pero el peor caso fue el de Lesli, quien tiene 52 años y sufre de diabetes e hipertensión.

Ella describe la enfermedad como un dolor terrible que le recorre el cuerpo — en su espalda, luego en sus huesos y luego en su cabeza, con fiebre, escalofríos, agotamiento y diarrea.

Debido al cierre del Union Hospital, Escalante llamó al Lynn Community Health Center para intentar obtener una prueba de coronavirus. Pero le dijeron que no podían hacerle el test, que no la iban a poder atender incluso si se presentaba en persona, y que llamara al 911 si su salud empeoraba.

“Eso pudiera significar tener que ir a un hospital”, dijo, “y eso es a donde las personas van a morir”.

“¿Qué podemos hacer?”, dijo Escalante. “Si los cuatro hubiéramos muerto en nuestro apartamento, nadie se hubiera enterado… aun cuando seguíamos llamando a la clínica”, agregó.

Escalante dijo que se sintió abandonada — no solo por el gobierno federal y estatal que no tienen ayudas disponibles para ella, sino también por la ciudad de la cual no ha escuchado declaraciones desde que el brote comenzó hace más de un mes, y por el centro médico comunitario que no accedió a atenderla.

A posteriori, los funcionarios del Lynn Community Health Center dijeron que es probable que a Escalante la hubieran atendido en el lugar debido a lo enferma que se encontraba,  a su edad y sus condiciones preexistentes.

“Nuestra misión principal es cuidar de las personas. Ella es alguien a quien hubiésemos querido atender”, dijo el Director Médico, Dr. Geoffrey Pechinsky. Agregó que Escalante debería sentirse bienvenida a la clínica, pero quien haya decidido decirle que no fuera tuvo que pensar muy rápido en medio de la crisis, y la decisión no fue necesariamente errada.

Pechinsky explica que, por como sonaba esta persona por teléfono, por sus síntomas y por su historial médico, habría que preguntarse si es seguro que fuera al hospital y corriera el riesgo de estar expuesta, versus quedarse en casa en cuarentena. Y él piensa que esta es una decisión muy difícil de tomar por teléfono.

Explicó que el personal decide si un paciente debe entrar a la clínica y arriesgarse a exponerse, o si es seguro para ellos que se mantengan en cuarentena en sus casas.

Cerca de dos semanas después de su primera llamada, Escalante dijo que pudo finalmente hacerse la prueba de COVID-19 el miércoles, pero que necesita ver a un doctor y todavía está esperando por una cita.

Cierre del Union Hospital

Vecindarios densamente poblados de clase trabajadora están emergiendo como puntos de brote de COVID-19 — lugares como el Bronx, Nueva York y como Lynn, Massachusetts. La ciudad de 95,000 habitantes está a tan solo 10 millas al norte de Boston.

“Estamos abrumados con estos graves casos de COVID-19,» dijo el Alcalde de Lynn, Thomas McGee, agregando que la ciudad está siendo más golpeada que lo que los números indica. La realidad es que no estamos obteniendo la cantidad de pruebas que necesitamos, punto… Las pruebas, el seguimiento de contactos, y el tipo de cosas que necesitamos hacer para controlar esta situación no han estado disponibles”

Partners Health Care incluye a Lynn dentro del pequeño grupo de epicentros que junto con algunos vecindarios de Boston, así como a Everett, Revere y Chelsea. Este último tiene la mayor tasa de casos en el estado. Lynn tiene menos de la mitad de la tasa de Chelsea, pero el número de casos aumentó cerca de 90% la semana pasada.

“Es la ciudad más pobre de la costa norte”, dijo la abogada Laura Gallant, miembro de la Junta Directiva del centro médico comunitario de Lynn y opositora a la decisión de cerrar el Union Hospital. “Es la ciudad más diversa de la costa norte y es la que tiene ingresos más bajos”.

De acuerdo a Gallant, la costa norte debería ser el último lugar donde se cierre un hospital.

“La calidad general de las viviendas es mas baja. Está mas congestionada. Hay mas cantidad de personas que no hablan inglés. El nivel educativo es más bajo. El ingreso es menor. En un sistema racional diríamos ‘Ahí es donde necesitamos colocar recursos e instalaciones de salud”, dijo.

Partners decidió cerrar el Union Hospital de Lynn el noviembre pasado. Los dos hospitales de Lynn y de Salem estaban perdiendo dinero, y Partners decidió que tenía sentido consolidar los recursos en un solo centro en lugar de ofrecer un servicio inferior en los dos.

El Dr. David Roberts dirige el hospital de Salem, North Shore Medical Center, y respalda la decisión de cerrar los servicios del hospital de Lynn — particularmente a la luz del brote de COVID-19.

“No puedo decirles la cantidad de médicos que se me han acercado en las últimas semanas a decirme ‘¿No estás contento de que cerramos Union? ¿Puedes imaginarte intentado ofrecer este mismo tipo de cuidado en dos hospitales, dos ICUs, dos salas de emergencia? Hubiésemos estado al límite de nuestras posibilidades”, dijo Roberts.

“Creo que estamos en una mucha mejor posición para manejar la pandemia — en una instalación consolidada, con un personal completo ofreciendo todas las especialidades que se conocen — que lo que hubiésemos estado con dos hospitales funcionando con dificultades”, agregó.

El camino a seguir

Con cerca de 40% de los pacientes de COVID viniendo de Lynn, Roberts dice que el North Shore Medical Center de Salem tiene camas y personal suficientes para manejar el brote, y que la sala de emergencia está funcionando por debajo de su capacidad. Pero a mediados de marzo, tuvieron que abrir un centro de pruebas afuera del antiguo hospital de Lynn.

Dr. Adrienne Allen ayudó a abrir este mes una clínica de asistencia respiratoria de urgencia en el lugar. Dice que ahora el problema no es la falta de pruebas, sino cómo dar a conocer que las pruebas están disponibles.

“Si están en la comunidad y tiene dolor de garganta, secreción nasal, tos, o incluso síntomas leves, está bien que se hagan las pruebas porque necesitamos entender de qué se trata. Cosas extraordinarias que normalmente ignoraríamos si se pueden atender de otra manera.  Si vives en Lynn, puedes hacerte la prueba”, comenta Allen.

Partners ha aumentado los exámenes en Lynn al punto de que se pueden hacer pruebas a 200 personas al día. Pero luego de semanas diciéndole a los residentes que no hay suficientes pruebas, ahora llevar a las personas al centro de pruebas no es fácil.

Un residente de Lynn que no tiene planes de hacerse la prueba es Juana Gómez. Cree que se contagió con COVID -19 luego de haber estado en contacto con el hermano, quien salió positivo en la prueba y todavía se encuentra en el North Shore Medical Center de Salem. Gómez dice que planea aislarse por su cuenta en la casa y no cree que necesita ver a un médico.

“Tengo miedo de ir al hospital”, dijo en español.

Gómez dijo que como hispana nunca sintió que tenía la misma prioridad en los servicios de salud que las personas blancas. Con una pandemia en marcha, no se puede imaginar cómo eso cambiaría.

“Me da miedo enfermarme aún más”, dijo.

Pero el Director del North Shore Medical Center, Dr. David Roberts, dice que personas como Gómez deben tener cuidado cuando deciden sobrellevar la enfermedad sin ninguna ayuda.

“Alguien como ella probablemente debería ir a la clínica de asistencia respiratoria [en Lynn] y hacerse la prueba, que le escuchen los pulmones, y potencialmente hacerse una radiografía del pecho”, explicó. “Pero lo que estamos viendo es que la gente espera, espera, espera, y piensan ‘No quiero ir al hospital, no me siento tan mal’. Y de repente no pueden respirar y llaman a la ambulancia.

Ahora, la mayor preocupación de Juana Gómez es evitar contagiar del virus a las otras 14 personas que viven en su edificio. Hasta ahora es la única que se ha enfermado.

Traducido por El Planeta Media. Este artículo fue publicado en inglés en WBUR, lea la versión en iglés aquí.

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