Cada inmigrante sabe la razón por la cual tuvo que dejar a su país y muchas veces le es difícil explicar a otros lo que le ocasionó el último empujón.
Los medios de comunicación nos informan sobre las terribles circunstancias en las cuales se encuentran los inmigrantes centroamericanos en la frontera entre México y Estados Unidos. Sin embargo, poco se sabe en Washington DC y en el resto del mundo sobre lo que en realidad dejan atrás y lo que sus hermosas patrias ofrecen como destino turístico. Hoy queremos hablar de lo bello y lo bueno de Centroamérica.
Solo vemos en las pantallas de la televisión caras desesperadas, como si dejaran atrás el Infierno de Dante, aunque para cada individuo que huye lo es por sus propias razones. Sin embargo, en realidad dejan con dolor a tierras maravillosas plenas de historia precolombina y colonial, de naturaleza tropical, de playas del Pacífico, Atlántico y Caribe. Por eso, todos solo sueñan con volver.
Este espacio lo vamos a dedicar a lo bueno de Centroamérica y de cómo cada uno de nosotros puede ayudar si la visitamos. La gente huye por falta de seguridad y sobre todo por falta de trabajo. El desarrollo del turismo como generador de empleo en esos países puede convertir al “Muro” de Donald Trump en un gasto innecesario.
En primer lugar, aclaremos que “Centroamérica” esta conformada por seis países: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Cada nación con una historia distinta, geografía y gobiernos diferentes. Toda la región está buscando los merecidos ingresos del turismo a través de la agencia Promoción Turística de Centroamérica.
Yo acabo de estar en El Salvador, hermoso país cuyo principal ingreso son las remesas de los salvadoreños en el exterior. Ellos necesitan turismo y tienen las instalaciones para recibirlos. Costa Rica ha sido, quizás, el más beneficiado del turismo. En ese país, las visitas de extranjeros generan entre tres y cinco empleos indirectos, por cada empleo directo. Es decir, por cada turista que llega genera hasta cinco empleos en transporte, comida y distracción en su lugar de destino.
Centroamérica no es solo las Maras, la guerra y el narcotráfico, es una hermosa geografía e historia entre dos océanos que te permiten viajar en el tiempo precolombino y practicar pesca con singulares puestas de sol que pocos en Estados Unidos pueden ver en su vida. Clima cálido todo el año, arquitectura de la era colonial y de la cultura Maya con selva tropical y volcanes visitables. La verdad es que Centroamérica lo tiene todo como multi destino turístico y pocos lo saben.
En resumen, Centroamérica necesita más empleos para que su gente no se vea en la necesidad de emigrar, el turismo es una fuente muy importante de trabajo, pero mientras nos hagamos eco de las malas noticias de esos países sin resaltar las buenas, menos turistas tendrán la disposición de ir. Rompamos ese círculo vicioso y hablemos de lo bello de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Terminamos con este hermoso lema para nuestros lectores: “Centroamérica, tan pequeña… tan grande”. Por menos muros, más trabajo y turismo para nuestros hermanos.
