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De acuerdo a lo expresado por un experto de la Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad debe tomar acciones concretas para luchar contra la delincuencia organizada por las consecuencias sociales, políticas y económicas que trae consigo y que afectan la paz, la seguridad, la estabilidad, socava la autoridad y la eficacia de las instituciones estatales, a la vez que erosiona el estado de derecho y debilita las estructuras de aplicación de la ley.

Durante la reunión bajo la Fórmula Arria, que se realizó este vienes en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se discutió sobre los aspectos más destacados de la delincuencia organizada transnacional, incluidas las drogas, las armas y el tráfico de personas, y se abordaron los grandes desafíos para los países y regiones de todo el mundo.

El canciller de República Dominicana, Miguel Vargas, quien encabezó la reunión, reclamó más medidas contra el crimen organizado y el narcotráfico en la región del Caribe.

Vargas sostuvo que el crimen organizado transnacional en todas sus vertientes supone un grave problema que requiere correctivos urgentes.

El canciller dijo que «se está hablando de una amenaza, con capacidad para mutar de acuerdo a las circunstancias e, incluso, superar las capacidades de nuestros Estados en base a métodos complejos, modalidades, recursos y redes que van más allá de las posibilidades de muchos países de nuestra región».

Vargas insistió en que las amenazas y retos que impone el crimen organizado trasnacional en el Caribe requiere acciones mayores ya que los países de la región son víctimas de un «empeoramiento de la situación» a pesar del trabajo que están llevando a cabo.

El jefe de la diplomacia de República Dominicana comentó que «el Consejo de Seguridad debe prestar mayor atención a esta situación, dados los impactos globales que tiene». Asimismo, advirtió que hay un incremento del tráfico de drogas en los últimos años como consecuencia de un «aumento significativo» de la demanda de cocaína, heroína, marihuana, metanfetaminas y opiáceos.

Aseguró que las soluciones no pasan por fronteras, que «son ineficaces para impedir las operaciones de las organizaciones de narcotraficantes», pues cuentan con socios en distintas naciones y son capaces de adaptarse.

El crimen organizado y el narcotráfico son problemas complejos que se manifiestan de diversas maneras en diferentes partes del mundo La delincuencia organizada transnacional y el narcotráfico no existen aisladamente. Pertenecen a un complejo maligno que puede incluir el terrorismo, el lavado de dinero y el tráfico ilegal de armas.

El Informe Mundial sobre las Drogas de 2018, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), destaca que la producción global global de opio y la fabricación de cocaína ha alcanzado los niveles más altos jamás registrados.

Dice el informe que » producción mundial total de opio aumentó en un 65 por ciento entre 2016 y 2017, mientras que la fabricación mundial de cocaína en 2016 alcanzó su nivel más alto, con un aumento del 56 por ciento durante el período 2013-2016. Además, en los últimos años el narcotráfico ha contribuido a un fuerte aumento en la disponibilidad y el uso de armas de fuego».

La reunión de Fórmula Arria se centró en la delincuencia organizada transnacional, incluidos los flujos financieros ilícitos, el tráfico de armas de fuego y el aumento significativo de los narcóticos, especialmente de América del Sur y Central a través de la región del Caribe.

Un representante de la Interpol dijo en el encuentro que el problema del tráfico drogas en el Caribe es complejo, porque en los últimos años han aparecido nuevas drogas, y mecanismos para su transportación, siendo los principales mercados Estados Unidos y Europa.

Anunció que la Interpol abrió una oficina en Barbados para avanzar en el proyecto de mejoramiento de la lucha contra el crimen organizado.

El representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para Centro América y el Caribe en Panamá (UNODC), José Vila del Castillo explicó que el problema del tráfico de drogas en la región ha crecido no sólo por el aumento de la producción de cocaína sino que se ha complicado enormemente el crimen organizado en al región por las relaciones con el narcotráfico, dinero, armas, tráfico de seres humanos y la piratería en el caribe del este, presencia de mercenarios extranjeros.

La lucha contra el crimen organizado tiene dos ruedas, dijo Vila del Castillo, una es el desarrollo social, el acceso a la justicia y la otra es la gobernanza, la fortaleza de los gobiernos para atender a sus propias necesidades nacionales. «Las dos ruedas deben rodar a la vez para mejorar el problema» acotó.

La delincuencia organizada transnacional y el tráfico de drogas en la región del Caribe como una amenaza para la estabilidad internacional, concluyó.

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