El miércoles 7 de octubre hubo una reunión comunitaria con víctimas del caso Telexfree, organizada por La Colaborativa de Chelsea, en una escuela local. En la reunión estuvieron presentes representantes de la Secretaría de Estado, los fideicomisarios de la Corte de Bancarrota y la Fiscalía, quienes estuvieron disponibles para responder preguntas.
Una representante de la Secretaría de Estado explicó el procedimiento que han venido siguiendo para procesar los casos. Dijo que habían emitido y enviado en agosto alrededor de 14.000 cheques por un monto de $205,52 dólares, a las personas que habían completado y enviado una hoja de reclamaciones a la Fiscalía, y cuyo nombre aparecía en la lista que tenían de socios participantes de Telexfree.
Este dinero proviene de 3.5 millones de dólares que obtuvo la Secretaría como resultado del pago de un banco en Fitchburg vinculado al caso.
Sin embargo, cuando se preguntó a los asistentes a la reunión cuántos de ellos habían recibido un cheque, sólo 5 ó 6 personas alzaron la mano. “Deben enviar una prueba de que estuvieron afiliados a Telexfree, como por ejemplo un estado de cuenta donde se debite dinero a la empresa, una factura de Telexfree o algún otro documento escrito”, insistió la representante de la Secretaría de Estado.
Ana y Susana, madre e hija salvadoreñas que asistieron a la reunión, confesaron haber pagado $1425 dólares en efectivo, y no haber recibido ninguna factura o comprobante de pago de la persona que los metió. “No tenemos ninguna prueba que enviar, la gente a la que le pagamos se desapareció. Creo que no vamos a recibir nada”, dijo desanimada. Desafortunadamente, es el caso de muchas personas.
“Estamos tratando de sacar dinero de otras vías. Por ejemplo, queremos demandar a las personas que participaron en Telexfree, y a diferencia de la mayoría, sí obtuvieron múltiples ganancias”, dijo el abogado demandante.
Indicaron que es posible que algunas personas reciban más dinero a medida que avanza la investigación y se desarrolla el proceso judicial. “Sin embargo, -se advirtió-, lamentablemente es muy improbable que reciba todo el dinero que invirtió”.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
¿Es usted víctima de Telexfree? ¿Rellenó y envió el formulario de queja?
Si no lo ha hecho, tiene como plazo límite el 4 de noviembre. Este formulario se encuentra en el website www.massvictimrelieffund.com.
¿Ha recibido una carta de la Secretaría solicitando enviar más pruebas?
Si es así, esto quiere decir que la institución ya recibió su queja, pero que no tiene información suficiente para comprobar que usted dio dinero a Telexfree. Debe enviar más pruebas antes del 4 de noviembre.
¿Se mudó en los últimos meses?
La Secretaría de Estado ha recibido de vuelta varios sobres con cheques cuya dirección estaba equivocada. Verifique que su dirección está correcta en el formulario que ya envió, y de lo contrario, envíelo nuevamente corregido, antes del 4 de noviembre.
¿Va a recibir más dinero?
Indicaron que es posible que algunas personas reciban más dinero a medida que avanza la investigación y se desarrolla el proceso judicial. “Sin embargo, -se advirtió-, lamentablemente es muy improbable que reciba todo el dinero que invirtió”.
¿Qué pasa si no tiene pruebas de su afiliación con Telexfree?
Lamentablemente, es improbable que reciba alguna cantidad de dinero por parte de la Secretaría de Estado.
¿Alguien puede ayudarme a introducir la queja?
La Colaborativa de Chelsea ha organizado un evento para ayudar a los afectados de este caso a hacer sus reclamos. Será el día 20 de octubre de 10am a 7pm.
Fraude supuesto de enormes proporciones
Telexfree se presentaba a sí misma como una empresa de telecomunicaciones que vendía servicio de telefonía a larga distancia a precios económicos. Pero los fiscales han denunciado que el negocio en realidad era un esquema piramidal ilegal, que atrajo a 1,9 millones de participantes en todo el mundo.
La compañía supuestamente atrajo a participantes con la promesa de grandes beneficios para lsus inversiones iniciales de aproximadamente 1.400 dólares, a cambio de la promoción de la empresa entre sus amigos y familiares.
Telexfree fue cerrada en Brasil en junio de 2013, pero prosperó aquí en los suburbios de Boston hasta abril de 2014. Los copropietarios James Merrill y Carlos Wanzeler enfrentan cargos de fraude penal y hasta 20 años de prisión si son declarados culpables.
Las autoridades creen que Telexfree es el mayor fraude financiero de todos los tiempos en cuanto a número de participantes, que suman más de 1.9 millones, con nacionalidades diversas desde Brasil, República Dominicana o Estados Unidos, hasta Sudáfrica y Ghana.
Merrill está retenido en su casa en Ashland en espera de juicio, mientras Wanzeler huyó a su casa natal en Brasil el pasado mes de abril y es considerado un fugitivo de la justicia. Ambos hombres han negado haber actuado mal.
El banco es Fidelity Cooperative Bank, dirigido por el hermano de John Merrill. El banco fue uno de varios que recibió depósitos por Telexfree. Sus ejecutivos negaron tener conocimiento del fraude, pero acordaron resolver las acusaciones de que deberían haber revisado la operación más a fondo.
El proceso penal de Estados Unidos se ha retrasado en varias ocasiones debido a la voluminosa evidencia y los que los funcionarios llaman un «caso complejo», tras los documentos presentados.
Entre otras cosas, el gobierno ha recaudado 45 gigabytes en vídeos de YouTube de Telexfree, datos de back-up, y correos electrónicos personales de Merrill. Se espera que los fiscales brasileños entreguen otros 100 gigabytes de información.
El 24 de septiembre, se introdujo una nueva demanda contra Telexfree, enmendada en tribunales federales en Arizona y Worcester, que ha añadido a su lista de posibles acusados de alto perfil a promotores de Telexfree como Sann Rodrigues, quien ya enfrenta cargos de fraude civil presentados por la Comisión de Bolsa y Valores.
No está claro cómo los demandantes y los abogados que tratan el caso pueden identificar a todos los involucrados en el fraude. Mientras que algunos, como Rodrigues, son bien conocidos, otros se encuentran dispersos por todo el mundo y se llevaron los pagos de los nuevos participantes en efectivo, dejando las transacciones indocumentadas.