Esta semana, líderes sindicales pidieron a los funcionarios de la MBTA frenar una propuesta de plan que permitiría que algunas rutas de autobuses de baja cantidad de pasajeros sean operadas por empresas privadas.
Russell Gittlen, director regional de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales, y James O’Brien, quien encabeza el sindicato Carmen, se dirigieron al Fiscal and Management Control Board de la MBTA para oponerse al plan, que salió a la luz pública a finales del mes pasado.
«Estoy solicitando que ahora y en el futuro el T pacte con sus empleados y sus respectivos representantes, primero con asociaciones sindicales antes que público-privadas para solucionar los problemas de una manera justa», dijo Gittlen, quien también es miembro del consejo del Departamento de Transporte del estado (MassDot).
En este punto, el T sólo ha comenzado a solicitar información a los particulares interesados. La medida es el resultado de una derogación temporal por tres años de una ley estatal (Pacheco Law) que requiere que las agencias estatales demuestren que una subcontratación de un servicio va a ahorrar dinero.
Los críticos de la ley argumentan que esta crea una barrera demasiado alta para las agencias que deseen explorar las asociaciones privadas, mientras que los defensores argumentan que protege tanto a los trabajadores sindicalizados como a los fondos públicos.
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