Por Simón Rios
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Algunos negocios en Massachusetts se están preparando para el impacto de la aplicación de leyes de inmigración federales, y uno de los grupos de defensa empresarial más grandes del estado aconsejó a sus miembros que se preparen antes de cualquier aplicación real.
La Asociación de Industrias de Massachusetts recomendó a sus miembros que coloquen carteles de «Conozca sus Derechos» en las salas de descanso; revisen las políticas laborales en torno al cumplimiento de las leyes laborales; y establezcan un plan de respuesta en caso de posibles redadas federales.
«Anticipamos que un aumento en la aplicación de estas leyes podría interrumpir industrias que dependen en gran medida de la mano de obra inmigrante», dijo Brooke Thompson, directora ejecutiva de AIM. «Lo que estamos tratando de hacer es ayudar a las empresas a proteger a su fuerza laboral, asegurarse de que cumplen con las normativas y navegar a través de esta incertidumbre».
El grupo también instó a los empleadores a proporcionar a los trabajadores acceso a asesoramiento financiero, legal o personal.
Los inmigrantes representan más de uno de cada cinco trabajadores en todo el estado, según el Concejo Americano de Inmigración, una organización sin fines de lucro. Mark Williams, profesor de finanzas en Boston University que ha estado estudiando el impacto de los inmigrantes en la fuerza laboral, dijo que las personas sin estatus legal representan hasta 355.000 residentes de Massachusetts.
Si «son deportados de Massachusetts en particular, entonces eso va a crear una gran escasez de oferta» de trabajadores, dijo Williams.
La construcción, el transporte, la hospitalidad, la atención médica y los servicios de jardinería son todos vulnerables a la interrupción de la fuerza laboral, según Williams.
«Para Massachusetts, debemos estar muy preocupados», dijo. «Si no podemos tener una fuerza laboral estable para satisfacer las necesidades, entonces nuestra economía se desacelerará en Massachusetts».
Jon Hurst, presidente de la Asociación de Minoristas de Massachusetts, dijo que sus miembros, hasta ahora, están más preocupados por la economía que por la aplicación de leyes de inmigración.
«Hemos encuestado a nuestros miembros, están muy preocupados por el estado del consumidor», dijo Hurst, citando los altos costos de energía, atención médica y otras necesidades en Massachusetts.
«Los consumidores están agotados», dijo Hurst. «Y si están agotados, significa que tienen menos para gastar en la calle principal».
