Ulises Alfaro, nació en El Salvador, fue a la universidad, se graduó de cirujano odontólogo, su afán por especializarse en la fabricación de prótesis lo llevó a Brasil, allá estaba estudiando para cumplir uno de sus sueños que era regresar a su país para poner en práctica todo lo aprendido, pero el dinero frenó sus aspiraciones cuando un día recibió una llamada de su papá que le informaba que no podía seguir apoyándolo económicamente porque acababa de comprar una casa en Dorchester, Massachusetts, lugar donde su padre había emigrado años atrás. “Hijo tienes dos opciones, regresar al El Salvador o venirte para Los Estados Unidos”, recuerda.
Ulises decidió inmigrar a Boston porque a sus 27 años no quería comenzar de cero, sin la especialidad en su carrera y principalmente por no poder contar con la ayuda financiera que le daba su papá. “Vine por dos años y llevo casi 20”, comenta.
Desde que llegó se involucró con la industria de comida, comenzó a trabajar en la cocina de un restaurante donde estuvo más de cinco años. Posteriormente, en otro restaurante conoció a su socio Bruce Sabrookrooh, quien lo impulsó a conocer del negocio más allá de la cocina. Hoy es copropietario del restaurante de comida centroamericana Habanero Mexican Grill, ubicado en la concurrida Brighton avenue, favorita de los estudiantes de Boston University y Harvard, en Allston. “La sazón la aprendí de mi mamá”, manifiesta orgulloso.
El salvadoreño Ulises Alfaro, un restaurantero de Allston ha logrado crecer su empresa por el apoyo económico del programa Grants for Growth y plataformas como Uber Eats.
El restaurant marchaba exitosamente, pero llegó la pandemia y los ingresos se vieron afectados. “Tuvimos que reinventarnos para no cerrar las puertas y despedir a nuestros empleados, así que adoptamos la modalidad de entrega a domicilio a través de Uber Eats”, indicó al ponderar el hecho de que esta aplicación de “delivery de comida” los ayudó porque no tuvieron que contratar a un trabajador extra. “Hoy mismo el 30% del total de nuestras ventas es por el delivery. Uber es un intermediario entre nosotros y un sector de clientes que antes no los teníamos”. Debido a la demanda que tiene, incluso ha tenido que contratar a una persona más en su equipo. El 80% de sus clientes son hispanos. “La gente es fiel cuando das un buen servicio”, asegura, mientras que del 30% de clientes que tiene a través de la aplicación de UBER, la mayoría son americanos.
¿Pero cuál es el secreto de su éxito? Ulises dice que es por la estabilidad laboral que da a sus 12 empleados. “La misma cocinera por los últimos 11 años, el mismo cocinero, el mismo preparador, tenemos una señora que es la que hace las tortillas y las pupusas dedicada a tiempo completo sólo para eso, no compramos nada pre elaborado, todo lo hacemos nosotros para que las personas lo sientan, lo saboreen y continúen viniendo”, asevera.
La vida de Ulises se desenvuelve entre el restaurant, su esposa y sus dos perritas, Gaia de 4 años y Wyx de 2 años, a quienes considera sus hijas. Extraña a su familia que está en El Salvador, aunque asegura que su hogar está en Boston y que a su país sólo regresa de vacaciones.
Ulises y Bruce forman parte del 31% de restaurantes hispanos y latinos que recibieron el apoyo financiero dentro del programa Grants for Growth, de Uber Eats y VISA este año. Ulises comentó que la mejor forma de aprovechar los 10 mil dólares que recibió su restaurant fue ampliar sus horarios y ofrecer la posibilidad de más horas de trabajo para su equipo, por ende, más ganancias y más horas de servicio para sus clientes. “No se trata sólo de nosotros estar mejor, sino también de poder dar un mejor servicio a nuestra comunidad de clientes”.
El programa Grants for Growth otorgó 1 millón de dólares en financiamiento a 100 pequeñas empresas que estaban activas en la plataforma de Uber Eats, como el restaurant de Ulises, en 10 ciudades de Los Estados Unidos, dentro de los cuales el 31% son hispanos o latinos. “Grants for Growth fue creado a inicios del 2022 para apoyar la recuperación de restaurantes y emprendedores cuando más lo necesitan, especialmente a medida que superan el impacto ocasionado por la pandemia”, comenta María Fernanda Reséndiz, gerente de Comunicaciones de UBER, quien llegó de México hace 3 meses para acercarse a la comunidad latina.
“Conscientes de que hay un porcentaje importante de conductores, repartidos y restaurantes que son latinos y de la importancia que tiene la comunidad latina en Los Estados Unidos hemos abierto una nueva posición que está dedicada al relacionamiento con medios de comunicación en español y así trabajar junto a las diferentes áreas que genera contenido para asegurarnos que esa comunicación también se pueda hacer en español. También nos encargamos de contar historias de las personas que mantienen las ciudades en movimiento como Ulises”, dice Reséndiz, una joven especialista en relaciones públicas y comunicación con más de 10 años de experiencia en comunicaciones estratégicas y corporativas, comunicaciones de marketing, planificación de medios, redes sociales, desarrollo web y de contenido, que tiene el reto de mejorar la comunicación en español entre UBER, una de las empresas más grandes de transportación independiente de Los Estados Unidos, que está en Massachusetts desde el 2014, con los choferes, repartidores de comida y restaurantes.
