Los estadounidenses son cada vez más reacios a la vigilancia gubernamental en nombre de la seguridad nacional; aunque seis de cada diez apoyan la instalación de cámaras en lugares públicos para controlar actividades sospechosas, revela una encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research.
El contexto: En un marcado cambio de opinión entre los ciudadanos, con respecto a los primeros años después del 11-S, los datos muestran preocupaciones bipartidistas sobre el alcance de la vigilancia y las herramientas de recolección de inteligencia que las autoridades estadounidenses tienen a su disposición.
- El estudio afirma que un mayor número de personas considera más preocupante la amenaza del terrorismo doméstico que la del extremismo en el extranjero.
Los datos: El 46% de los estadounidenses se opone a que el gobierno lea los correos electrónicos enviados entre personas de fuera de Estados Unidos, sin una orden judicial. Esto se compara con sólo el 27% que está a favor.
- Los encuestados son más propensos a oponerse a que el gobierno espíe las llamadas fuera de Estados Unidos sin una orden judicial, un 44% frente a un 28%, y un 27% no tiene ninguna de las dos opiniones.
- Cerca la mitad se opone a que el gobierno vigile las búsquedas en Internet, incluidas las de los ciudadanos estadounidenses, sin una orden judicial.
- El 15% apoya la elaboración de perfiles raciales y étnicos para decidir quién debe pasar un control más estricto en los aeropuertos, donde la seguridad se reforzó tras el atentado del 11 de septiembre.
Fuente principal de la noticia: AP