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Estados Unidos figura como el país con más casos y muertes por coronavirus en el mundo. El arribo del brote supuso para el presidente Donald Trump el reto más grande de su administración, una que podría no repetir por otros cuatro años luego de que las más recientes encuestas reflejaran una ventaja de su rival, el demócrata Joe Biden, de cara al evento del 3 de noviembre.

Hasta el 15 de febrero, la potencia mundial registraba 7 millones 942 mil 744 pruebas positivas y 217 mil 323 víctimas mortales, números que no han dejado de crecer en medio de la intención del mandatario por reactivar la economía nacional, fuertemente golpeada por el virus.

«Ha tenido un manejo pobre durante la pandemia que se ha manifestado, no solo en la cantidad de víctimas, sino en él mismo, al punto de haberse infectado y que eso le haya impedido hacer campaña», dijo a El Tiempo Latino Manuel Tovar, periodista especialista en política internacional.

Contagio

El COVID-19 no distingue. Pese a que su incidencia ha variado según la región, no hay plano ni labor que no se vea afectada por el brote y la Casa Blanca no fue la excepción.

El pasado 26 de septiembre, el republicano dijo presente frente a decenas de personas en el palacio presidencial para anunciar Amy Coney Barrett como su nominada a la Corte Suprema, un evento en el que las mascarillas y el distanciamiento social fueron los grandes ausentes.

A pesar de los recomendado por especialista en la salud, lo visto aquel sábado fue contracorriente y el virus no tardó en aparecer.

La madrugada del viernes 2 de octubre, el mandatario anunció en Twitter que tanto él como la primera dama Melania Trump habían dado positivo al virus, luego de que un día antes se conociera que Hope Hicks, una de sus cercanas asesoras, se viera contagiada.

Solo tres días después la cadena CNN reveló que al menos 31 de los presentes en la nominación de Coney Barrett dieron positivo al coronavirus.

Su condición lo obligó a ser recluido en el hospital militar Walter Reed, en Maryland, donde estuvo no más de 72 horas. Para la fecha, su cuerpo médico confirmó que está libre del virus.

Impacto

Los estragos del brote en el país se sienten cada día más. La economía sufrió un duro golpe, uno del cual espera recuperarse más temprano que tarde; no obstante, la vuelta a la normalidad no se asoma tan cercana.

El desempleo, que en algún punto de la pandemia se ubicó por encima del 14% cerró el mes de septiembre en 7.9%, según el Departamento de Trabajo. Aunque gradualmente se reduce la brecha, la incertidumbre de una reactivación total sigue mandando.

«La economía estaba bastante bien y eso lo había ayudado, pero la crisis de la pandemia lo afectó muchísimo», sostuvo Tovar.

A pesar de presumir que la economía estadounidense nunca había estado mejor, la realidad hoy es distinta y ese camino irregular por el cual transita el gigante mundial podría terminar de pasar factura al republicano.

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