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¿Cuánto cuesta la toma de posesión?

Las ceremonias de toma de posesión del cargo de Presidente son costosas. Realmente, muy costosas.

La transferencia pacífica del poder viene con una enorme etiqueta de precio: Cuando todas las cuentas se suman, la celebración de 2017 costará entre 175 y 200 millones de dólares. Ese total incluye las fiestas y cenas oficiales, el concierto, la juramentación en el Capitolio, el desfile, los bailes inaugurales y todo el personal policial, militar y de seguridad necesario para mantener a todos a salvo.

Aproximadamente 70 millones de dólares vendrán de donaciones privadas, y el resto de la cuenta se paga con el dinero de los contribuyentes.

Este proceso ocurre cada cuatro años, y una y otra vez, los críticos se quejan de la extravagancia y el exceso de la celebración. La verdad es que, ajustando los precios por inflación, ambos partidos, republicanos y demócratas, gastan casi la misma cantidad dinero cada cuatrienio en esta celebración.

El costo se divide en dos partes: Las cuentas que paga el Comité Presidencial de Inauguración (CPI), y las facturas que cubre el gobierno federal, es decir, los que pagan impuestos.

El comité paga por todo lo que envuelve la ceremonia de toma de posesión todas las partes glamorosas de la inauguración. Los eventos de esta vez incluyen una cena a la luz de las velas con el Presidente y Vicepresidente electo, un almuerzo con los miembros del Gabinete, un concierto y los bailes inaugurales. El más barato de los paquetes para asistir a estos actos es de 25.000 dólares y puede llegar hasta un millón de dólares, por lo que los donantes VIP obtienen más boletos y mejores asientos.

La transferencia pacífica del poder viene con una enorme etiqueta de precio.

El CPI del Presidente electo Donald Trump no ha anunciado exactamente cuánto espera recoger, pero entre 65 y 75 millones de dólares es una suposición razonable basada en los últimos años. No se aceptarán donaciones de lobistas registrados, pero las corporaciones pueden dar hasta un millón de dólares, y no parece haber un límite para las personas. El nombre de cualquier persona que done 200 dólares o más debe ser reportado a la Comisión Federal de Elecciones 90 días después de la inauguración, y cualquier dinero no utilizado será donado a organizaciones caritativas, dijo el portavoz del comité, Boris Epshteyn.

Como todo lo demás, el precio de las ceremonias de toma de posesión sigue subiendo. Para la primera toma de posesión del Presidente Barack Obama en 2009, su comité recaudó 53 millones de dólares en donaciones privadas, aunque el Presidente electo se negó a aceptar dinero de lobistas, corporaciones o comités de acción política y limitó la donación individual a 50.000 dólares. En 2013, después de la campaña presidencial más cara de la historia, el comité de Obama recaudó 44 millones de dólares y permitió regalos corporativos y regalos individuales de 250,000 dólares. Esos números están en línea con celebraciones anteriores.

Los partidarios de George W. Bush recaudaron alrededor de 40 millones de dólares para su toma de posesión en 2001, y 42 millones de dólares en 2005 para su segundo mandato. Los comités inaugurales de Bill Clinton recolectaron 33 millones de dólares en 1993 y 30 millones de dólares en 1997. George H.W. Bush recaudó 30 millones de dólares en 1989. Los comités juntaron 19 y 20 millones de dólares para las tomas de posesión de Ronald Reagan en 1981 y 1985, respectivamente.

La juramentación del próximo 20 de enero es organizada por el Comité Conjunto del Congreso de Ceremonias Inaugurales, cuesta algo más de un millón de dólares y es pagado por el gobierno federal. Esto incluye la construcción de la elaborada tribuna en el lado oeste de los terrenos del Capitolio y el almuerzo oficial del Congreso para el nuevo Presidente y Vicepresidente. (Los boletos para la ceremonia al aire libre son distribuidos por los miembros del Senado y la Cámara, típicamente a sus electores).

Sin embargo, la mayor parte del costo proviene de la extensa red de seguridad requerida, el transporte y los servicios de emergencia, y la limpieza. Los federales gastaron 115 millones de dólares en 2005 y 124 millones de dólares en 2009, según informes de prensa. (El Distrito de Columbia, Virginia y Maryland son reembolsados por la mayoría de los gastos en los que incurren).

Es difícil saber exactamente cuánto pagan los contribuyentes, porque la cantidad total incluye los salarios de todas las fuerzas policiales locales, el personal de emergencia y los empleados federales que tienen libre el día de la toma de posesión.

Independientemente de quién es juramentado como Presidente, las ceremonias de inauguración del Presidente son un gran impulso para la economía local. Entre los hoteles, los restaurantes, los servicios de restauración, las compañías de limusina y más, se espera que la celebración traiga varios cientos de millones de visitantes a la región de Washington, aunque el número exacto de ingresos no está disponible, según Destination DC, la organización oficial de convenciones y turismo de la ciudad.

Traducción: El Planeta Media/El Tiempo Latino

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