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La selección de Chile ganó este domingo en Estados Unidos por segunda vez consecutiva la Copa América y mantiene la sequía de Argentina de 23 años sin títulos.

La Copa América Centenario se definió en la tanda penales con triunfo chileno 4-2 yfue el astro Lionel Messi uno de los que marró en la serie argentina desde los doce pasos, junto a Lucas Biglia.

Messi, que se había sacrificado como nunca en los 120 minutos de juego, que finalizaron 0-0, envió su disparo a las nubes y ahí comenzó la nueva frustración de Argentina.

La definición en Estados Unidos fue casi una copia de la anterior edición en Chile, cuando la Roja ganó la serie 4-1 tras igualar 0-0 en el tiempo regular y el suplementario.

Con su segunda caída consecutiva este domingo ante Chile, la albiceleste perdió tres finales seguidas en dos años, las Copa América 2015 y 2016, y antes el Mundial de Brasil-2014 ante Alemania.

El portero Claudio Bravo se convirtió en el héroe de la gran final en el estadio MetLife de East Rutherford, frente a Nueva York, al atajar el penal a Lucas Biglia.

Una generación liderada por Messi e integrada por otras figuras mundiales como Angel Di María (PSG), Sergio Agüero (Manchester City) y Gonzalo Higuaín (Nápoles) se han quedado con pocas opciones para levantar una copa, la última de las cuales fue en Ecuador-1993.

En cambio, la ‘generación dorada’ de la Roja ha alcanzado el punto justo de madurez con Arturo Vidal, Alexis Sánchez, Gary Medel, Marcelo Díaz y Claudio Bravo le han dado sus dos únicos títulos en la historia.

Chile fue de menos a más en esta Copa América, con derrota en el debut precisamente ante Argentina, pero en cuartos de final apabulló a México 7-0 y en semis despachó con autoridad 2-0 a Colombia.

El argentino Juan Antonio Pizzi, que fue muy cuestionado meses atrás, imitó a su compatriota Jorge Sampaoli que había dirigido a la generación dorada en la primera conquista de Chile y en casa.

– Rey sin coronas –

El liderazgo de Argentina en el ránking de la FIFA marca que es un seleccionado muy competitivo, aunque esa clasificación no exprese que la albiceleste es un rey sin coronas.

Pero los exigentes y escépticos hinchas argentinos van más atrás y suman subcampeonatos en Perú-2004 y Venezuela-2007, en ambos casos contra su arrchirrival Brasil, y en el medio la Copa Confederaciones de Alemania-2005.

Seis finales jugadas y seis perdidas en 12 años, desde 2004 a 2016, un palmarés llamativo.

Messi no logra quedar en la historia como el líder de esta época como lo fueron Mario Kempes en los años 70, Diego Maradona en los 80, y Gabriel Batistuta, en los 90, a quien desalojó en este Copa como goleador histórico de Argentina, con 55 tantos.

En la gran final no se vio el gran poder de fuego de ambas selecciones, en un partido con demasiadas prevenciones entre dos seleccionados que se conocen demasiado.

El chileno Eduardo Vargas, con un póquer en la histórica goleada 7-0 a México, terminó como máximo goleador de la Copa con seis tantos, seguido por Messi en cinco, quien jugó su mejor Copa América desde la que disputó en Venezuela-2007.

En ese nuevo maleficio argentino, Gonzalo Higuaín volvió a fallar cuando tenía el gol a disposición, como le ocurrió en las finales del Mundial de Brasil-2014 y de Chile-2015.

Argentina vuelve a vivir una gran frustración pese a que tenía la mesa servida, mientras Chile está aprovechando al máximo a la mejor generación de fútbol de su historia.

www.diariorepublica.com

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