La mayoría de la gente piensa en cajas de chocolates en forma de corazón cuando piensa en el Día de San Valentín; y aunque la mayoría de las mujeres temen las calorías y sus repercusiones, siempre nos tienta decir no a la cena, no al vino, y sí a los postres. Hace algunos años, empecé una tradición para todas las fiestas que se llama el “Método”. En vez de decir no a cada dulce tradición (aunque le digo no a algunas) como los chocolates de San Valentín o los caramelos durante la Navidad, sigo un método con los dulces. Este me ayuda a mantenerme cuerda al permitirme pequeñas satisfacciones sin sentirme culpable o pesada después de la celebración de una fiesta.
Mi método tiene tres partes sencillas:
1) ¡La clave está en moderarse y tomarse su tiempo! Diga sí a esas cositas ricas especiales con moderación, ¡y DISFRUTE! La culpa no tiene cabida en la indulgencia inteligente. Establezca la intención y dígase a usted misma que disfrutará estas golosinas con moderación, ¡y cómalas lentamente! Deje que los sabrosos bocados se derritan en sus papilas y absorba la dulzura con cada respiro. Si es vino, huélalo, haga girar el vino en la copa, tome un sorbo y permita al sabor divino del vino filtrarse en las mejillas antes de beberlo completamente. Permita al cerebro sentir las endorfinas y el breve placer que viene con la actividad sintiendo de veras el sabor de cada gota que toma.

2) ¡Manténgase hidratada! Cuando se hidrata, no solamente consume menos sino también ayuda al cuerpo a estar menos hinchado después de una buena indulgencia, la condición clásica conocida como la “resaca” (sí, también existen las “resacas de comida”), y lo peor de todo, y a reducir la flatulencia. Si pasará la noche con su pareja, son cosas que definitivamente querrá evitar. Por eso, la clave es beber por lo menos 16 onzas de agua al levantarse y llevar una botella de agua consigo para que pueda beber por lo menos un galón de agua durante el día. Asegúrese de beber mucha agua 30 minutos antes de cenar y beber por lo menos otras 32 onzas antes de acostarse y después de cenar. ¡La hidratación limpia!

3) Haga ejercicio ese día Y el día después, y desintoxíquese con la sauna. Nunca se dé un día de indulgencia sin ir al gimnasio primero y planee volver el día después incluyendo un poquito de relajación y purificación en una sauna seca o una sala de vapor. Los ejercicios intensos de cardio mantienen el metabolismo a un nivel alto para que pueda usar calorías antes y después de una celebración y la relajación y desintoxicación en la sauna puede ayudar al cuerpo a dispensar, en lugar de, acumular las calorías que engordan y que no son queremos conservar.
¡Deje que la traten dulcemente y disfrute de su amado mientras se mima y se da el gusto con los dulces este Día de San Valentín! Solamente tiene que seguir el “método” para las fiestas para mantener el control con todas las otras cosas en la vida. ¡El fitness es la clave! ¡Usted vale la pena!