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¡Qué lamentable! Con la decisión de vetar la Ley de Conflicto de Interés, el Alcalde de Lawrence William Lantigua está dando una lastimosa muestra de seguir los pasos de su predecesor, quien boicoteó la importante ordenanza para mantener a los «sellos de goma» que lo servían dócilmente a él y al Superintendente Escolar Wilfredo Laboy en el Comité Escolar.
La ley, una de las más esperadas por los residentes de esta ciudad, fue aprobada el pasado miércoles durante una sesión del Concejo Municipal y en su contenido prohíbe a los empleados del municipio ejercer cargos políticos en la ciudad. En realidad la ordenanza ya tiene vigencia para los concejales, pero ahora se extendería para los miembros del Comité Escolar.
En el año 2002, una legislación similar quedó estancada en la oficina del alcalde Michael Sullivan.
Después de conocer la decisión de Lantigua, entendemos por qué las concejales hispanas Oneida Aquino y Grisel Silva votaron en contra de la ley en la sesión del pasado miércoles. El voto que dieron no las favorece porque pone en dudas si ellas realmente son capaces de dar votos de conciencia y no siguiendo solamente las directivas del Alcalde.
Después de la sesión, el miembro del Comité Escolar Frank Bonet, formuló declaraciones a la prensa local mostrando su enfado por la aprobación de la ordenanza. Bonet objetó la ley afirmando que «violaba sus derechos civiles». Y llegó al colmo de declarar que la ley «era una venganza política» orquestada contra él por el concejal Modesto Maldonado -quien sustentó el proyecto- y el ex candidato a la Alcaldía Pedro Payano.
Bonet, quien es Director de Personal y al mismo tiempo miembro del Comité Escolar, es la prueba viviente de porqué es necesario cambiar la ordenanza. En el corto tiempo que lleva desempeñándose en este cargo político, él ha dado muestras que puede convertirse en otro «sello de goma» en el Comité Escolar, como lo fue su colega Gregory Morris quien votó consistentemente a favor de todas las propuestas del superintendente Laboy, aun contrariando los intereses de la comunidad estudiantil de Lawrence.
Lantigua dice que la ley no es necesaria en el Comité Escolar porque los miembros de este organismo no reciben sueldos. Banal excusa. Se trata de que los «sellos de goma» nunca tienen el valor de votar en el Comité Escolar en contra de los deseos de su jefe, que es el Alcalde. Ellos no tendrán sueldos en el Comité Escolar, pero reciben salarios como empleados municipales.
Modesto Maldonado asegura que la ley será aprobada aún sin el respaldo de Lantigua. Esperemos que así sea. La ordenanza promueve la transparencia en el gobierno local. Si el alcalde Lantigua no está de acuerdo con estos postulados, él va en camino de repetir la mala experiencia del gobierno pasado.
Muchos se preguntan ¿Qué es lo que busca William Lantigua? ¿Él quiere sinceramente erradicar los males enquistados en el gobierno local, o sólo pretende cambiar de mano la corrupción existente en Lawrence?
Ardo en deseos de leer la opinión de la directora de Rumbo, Dalia Díaz. En la gestión pasada, ella censuró duramente a Morris por el conflicto de interés en que caía como empleado municipal y servil voto de Laboy en el Comité Escolar. Me pregunto si Díaz, quien es ahora aliada del Alcalde, será capaz de mantener los honorables principios que tuvo años atrás y fustigará a Bonet como antes lo hizo con Morris. O por el contrario, callará encaminando a Rumbo a convertirse en un periódico oficialista al servicio de su amigo, el alcalde Lantigua.

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