En la tarde del miércoles 8 de diciembre, el Senado de los Estados Unidos confirmó por estrecho margen, a la fiscal de distrito del condado de Suffolk, Rachael Rollins, como la próxima fiscal federal de Massachusetts.
La audiencia de confirmación de Rollins enfrentó semanas de retraso. Se necesitó a la vicepresidenta Kamala Harris para romper con el empate 50-50 que mantuvo estancado el proceso.
«Me siento profundamente honrada por la oportunidad de servir a mi comunidad y a mi país como la próximo Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito de Massachusetts», expresó Rollins tras su confirmación, que la convierte en la primera mujer afroamericana en el cargo.
El último fiscal permanente de los Estados Unidos para Massachusetts fue Andrew Lelling, designado por Donald Trump.
Rollins fue nominada por el presidente Biden en julio, con fuerte apoyo de los dos senadores de Massachusetts, Ed Markey y Elizabeth Warren.
Markey escribió en las redes sociales que la confirmación de Rollins era una gran noticia, pues «ella traerá una energía renovada y una visión innovadora (…) su trabajo busca transformar el sistema de justicia penal para que brinde igualdad».
El proceso de Rollins quedó estancado en el Comité Judicial, cuando varios republicanos intentaron bloquear su nominación, calificando a Rollins de radical por un memorando emitido en marzo de 2019, donde la fiscal planteaba que unos 15 delitos menores del sistema de justicia penal no debían ser procesados.
Rollins fue elegida fiscal de distrito de Suffolk en 2018. El gobernador Charlie Baker ya tienen en mente a «un pequeño grupo de profesionales muy calificados» que podrían suceder a Rollins y servir por el resto del periodo, que expira en 2022, señala The Boston Herald.
