En menos de un mes, la colombiana Raquel Coronell Uribe entrará por la puerta del Harvard Crimson, el periódico estudiantil más antiguo de Estados Unidos, y se convertirá en la primera presidenta latina en sus casi 150 años de historia. El camino hasta aquí no ha sido fácil. Raquel ha tenido que librar grandes batallas a su corta edad. 
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Por: Ana Eira para El Planeta

En menos de un mes, la colombiana Raquel Coronell Uribe, entrará por la puerta del Harvard Crimson, el periódico estudiantil más antiguo de Estados Unidos y se convertirá en la primera presidenta latina en sus casi 150 años de historia. El camino hasta aquí no ha sido fácil. Raquel ha tenido que librar grandes batallas a su corta edad.

Con sólo siete años de edad, Raquel Coronell llegó a Estados Unidos sin hablar inglés. Dejó atrás los paseos diarios con su abuela en los jardines de su barrio en Bogotá, donde nació y vivió parte de su infancia. La próxima presidenta del Harvard Crimson se vio forzada a escapar junto a su familia a Palo Alto, California, después de que recibieran serias amenazas de muerte en su Colombia natal.
“Mis papás son periodistas y una investigación que hizo mi papá, resultó en amenazas en contra de nosotros, en contra de toda mi familia. Entonces, el Committee to Protect Journalists nos sacó básicamente de un día para otro y nos salvó la vida”, recuerda Coronell sobre su repentino traslado a Estados Unidos. Raquel es la hija mayor de Daniel Coronell, expresidente de Univision Noticias y de la antigua presentadora de Noticias Uno, María Cristina Uribe. La cadena en la que trabajaban, desveló denuncias de corrupción conectadas al expresidente colombiano Álvaro Uribe, que llevaron a una incesante campaña de intimidaciones.

Raquel Coronell celebrando un cumpleaños. / Foto: Raquel Coronell

Forzada a adaptarse a una nueva realidad lejos de todo lo que conocía, Raquel Coronell no tardó en aprender el idioma y en encontrar nuevas amistades. Pronto empezó a llamar la atención de los profesores por su curiosidad y su nivel de preparación antes de ir a clase. “Yo llegaba con toda la lectura súper preparada, porque me fascinaba. Siempre me ha fascinado la literatura”, explica. Aunque ahora vive entre Cambridge y Miami, sigue teniendo muy presente la herencia de gigantes colombianos de la literatura y el periodismo. Al primero que nombra es a Guillermo Cano, conocido por sus importantes investigaciones sobre el narcotráfico, que condujeron a su asesinato en 1986. Pero el ejemplo que sigue con más admiración es el de su padre, Daniel Coronell, al que lleva viendo trabajar desde que nació. Durante la pandemia, padre e hija trabajaron juntos en un podcast documental. “Quisiera tener su ética de trabajo y su manera de investigar; la admiro tanto… Ver cómo hace sus investigaciones, para mí, es fascinante”. Aunque parece que el periodismo siempre ha estado en la vida de Raquel Coronell, no siempre fue así.

Daniel Coronell y Raquel Coronell / Foto: Raquel Coronell

Una batalla inesperada
El año que celebró su cumpleaños número 16, Raquel recibió una noticia que nadie desea. “Me diagnosticaron leucemia y pasé por un tratamiento de casi tres años; afortunadamente, hoy estoy muy bien, pero ese fue un momento muy difícil de mi vida que cambió muchas cosas para mí”. Mientras luchaba contra la enfermedad, Raquel y una amiga de la infancia empezaron un proyecto llamado Bald is Beautiful, dedicado a recaudar fondos para comprar la popular muñeca, American dolls calvas y regalarlas a niñas sometidas a tratamientos de quimioterapia. “Ayudando a los demás, me pude ayudar a mí también, tratando de enfocarme en algo fuera de mi propio tratamiento y de mi propio… sin querer sonar dramática, mi propio sufrimiento. Me ayudó muchísimo a salir adelante”.
Pese a que nunca dejó de lado su curiosidad ni sus ganas de hacer preguntas, esta etapa la apartó del periodismo. Coronell decidió que quería estudiar Medicina para sanar a otros como ella. “Cuando llegué a la universidad y empecé a tomar clases de medicina, las encontraba muy interesantes, pero decidí tomar una clase sobre derecho constitucional, que me dejó claro que lo mío era escribir y argumentar”, nos cuenta desde su casa de Miami.
Aunque el enfoque cambió, su objetivo continuó siendo el mismo: ayudar a los demás. Ese deseo incitó a esta estudiante de Historia y Literatura a incorporarse al Crimson como reportera, contando historias que analizan y fiscalizan el comportamiento del cuerpo policial de Harvard University.

Un nuevo capítulo en el Crimson
La primera vez que Raquel Coronell entró en la sede del Crimson, sintió que esa era su casa. “Me acuerdo ver el edificio y la redacción, y sentirme inmediatamente como: -bueno, este es mi lugar, tengo que estar acá-. En ese momento decidí que me iba a unir al periodico”. En ese Open Day, durante su segundo año en Harvard, Raquel conoció a Alexandra Chaidez, una editora latina del periódico. “Me acuerdo mucho de lo que ella decía: que era como un segundo hogar para ella y yo pensaba que quería sentirme así algún día en ese lugar”. Poco después, se inscribió en el Harvard Crimson como reportera, sin siquiera fantasear todavía con la idea de obtener un puesto de liderazgo.
Fundado en 1873, el Harvard Crimson es el diario estudiantil de Harvard University y uno de los más prestigiosos de Estados Unidos y está dirigido por estudiantes de forma totalmente independiente. La nómina de antiguos miembros del Crimson incluye a los presidentes John F. Kennedy, Franklin D. Roosevelt y al actual secretario de Transporte, Pete Buttigieg, así como a muchas figuras influyentes de los medios de comunicación. Un legado dominado por hombres blancos y privilegiados, con un perfil bastante diferente al de Coronell.

Elección de Raquel Coronell Uribe como presidenta en la portada del Harvard Crimson / Foto: Raquel Coronell

“Tenía dudas si iba a ser capaz de lograrlo, si iba a tener éxito. Pero decidí que, en realidad, esta sería mi última oportunidad de lanzarme a algún tipo de puesto de liderazgo. Entonces decidí intentarlo”, explica. El Crimson elige a su directiva a través de una votación llamada Turkey Shoot; un proceso en el que todos los jefes salientes pueden participar. Para ser elegida presidenta, Raquel tuvo que recibir al menos el 75% de los votos.
“El proceso de selección es bastante duro y largo; es como un maratón. Uno en realidad no tiene ni idea de cómo le está yendo. Yo no pensaba que iba a ganar”. En el momento en que su actual presidenta la llamó, Raquel estaba preparada para aceptar la derrota. Sin embargo, ese momento nunca llegó. Confundida e incrédula al mismo tiempo, rápidamente llamó a su familia para contarles la noticia que ella todavía no había terminado de creerse.
Los suyos recibieron el anuncio con mucho orgullo. “Yo creo que ella lo tiene todo a su favor para hacer un muy buen trabajo en el Crimson. Lo más importante son los deseos que ha expresado de abrir el camino para quienes, como ella, se empeñan en cambiar lo que parece inamovible”, compartió con nosotros su madre, María Cristina Uribe.

La primera presidenta latina, pero no la última
Aunque la primera vez que pisó la redacción no se podía imaginar que un día la lideraría, Raquel Coronell tiene una visión muy clara para el futuro de la publicación. “Quiero hacer del periódico un lugar donde quede claro que los hispanos, sin importar su origen, pueden llegar a tener un puesto de liderazgo y a tomar decisiones importantes que tengan consecuencias”. La diversidad y la inclusión serán dos de sus grandes prioridades cuando asuma el cargo el 1 de enero de 2022.


De acuerdo con un estudio publicado en septiembre por una agencia del gobierno estadounidense, los profesionales hispanos en los medios de comunicación representan apenas el 12%, en comparación con un 18% de trabajadores latinos en otras industrias. Este análisis también subraya que, en los últimos años, ha habido un incremento muy escaso en la presencia de hispanos en la industria de los medios de comunicación americanos.
Coronell quiere ser la primera presidenta latina, pero no la última: “Espero que mi nombramiento mande el mensaje de que la gente latina tiene el mismo derecho de estar aquí que los demás. De que las universidades de este país y las organizaciones de este país son nuestras también. Tenemos una voz y (…) tenemos todo el derecho de estar aquí, de aspirar a los mismos cargos que ellos”.
Sin embargo, no todos los que se gradúan del Crimson, desarrollan toda su carrera en los medios. Raquel tiene la ambición de estudiar en la Escuela de Derecho de Harvard y se plantea seguir un camino semejante al de Ana Bejarano Ricaurte, una colombiana abogada y columnista de Los Danieles. “Creo que ella es un ejemplo de lo que yo tal vez quisiera hacer algún día, porque es abogada y conoce muy bien el derecho, pero también hace periodismo y eso a mí me parece impresionante”. Especialmente por lo que vivió su familia, a Coronell le interesa el derecho aplicado a los periodistas, de modo que pueda defenderlos cuando lo arriesgan todo por hacer su trabajo.

Raquel Coronell haciendo trabajo periodístico. / Foto: Raquel Coronell

Cuando falta un mes para que se convierta en la nueva presidenta del Harvard Crimson, más que presión, Raquel siente que esta es una oportunidad que no quiere desperdiciar. Como ya hacía de pequeña, no deja nada al azar y se está preparando para esta nueva etapa. “Sé que hay muchas personas que se han sentado en esta silla que han sido muy importantes para la historia de este país y que han convertido al Crimson en lo que es hoy. Yo espero poder estar a la altura de ellos (…), pero, al mismo tiempo, también deseo aportar algo al periódico y dejarlo un poco mejor de lo que lo encontré”.

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