Con la renuncia del Director Ejecutivo de Uber, el martes pasado, Travis Kalanick se une al panteón de fundadores de compañías que han hecho esta difícil decisión en vida, así sea por un tiempo. Algunos lo hicieron por elección: Howard Schultz, Ralph Lauren. Muchos otros no: Dov Charney de American Apparel, George Zimmer de Men’s Wearhouse’s. Y por supuesto, muchos años atrás en 1985, el ejemplo que debe ser incluído en todas las historias de fundadores que han dejado su compañía: Steve Jobs de Apple.
Sin importar cómo se han ido, lo que mas tienen en común es cómo les costó desprenderse. Muchos fundadores tienen problemas dando a los sucesores la autoridad absoluta. Schultz una vez escribió que es como ser «un padre parado atrás viendo a su hijo tomar sus propias decisiones».
«Su DNA no permite que den un paso atrás y que puedan ser un miembro independiente de la Junta Directiva, dijo Peter Crist, presidente de la compañía de investigación Crist Kolder Associates. «Todavía se involucran. Todavía se inmiscuyen. Todavía llaman a personas de cargos inferiores para preguntales como anda todo».
Los expertos en gerencia dicen que la transición podría ser mas retadora para Kalanick, cuya reputación es de un Director Ejecutivo agresivo, con la filosofía de «ganar a cualquier costo», quien construyó una cultura «Hobbesiana» que ha sido atacada por no ser profesional, tener una conducta de fraternidad y varios alegatos de acosos sexuales.
«Él tiene una vena competitiva», dijo Jeffrey Sonnenfeld, un profesor de la Escuela de Negocios de Yale, que escribió un libro sobre la psicología de los Directores Ejecutivos que dejan su compañía. «Ésta no es una persona que se va a ir suavemente a la oscuridad».
Adicionalmente a su personalidad, el estilo gerencial de Kalancik ha sido descrito como particularmente involucrado en todo, un microgerente que se ha involucrado en detalles menores como el rediseño del logo de su compañía. Tiene un nivel de poder tan consolidado que la primera recomendación de la firma de abogados Convicyon and Burling acerca de las reformas culturales fue urgir a la compañía a recolocar algunas de las responsabilidades de Kalanick.
Incluso luego de que se tomara un permiso para ausentarse la semana pasada, Kalanick reportó haber mantenido el contacto frecuente con ejecutivos, haber entrevistado candidatos para las muchas vacantes del equipo ejecutivo de Uber y estar llamando con sus pensamientos. Luego de que el director David Bonderman hizo un comentario despectivo acerca de las mujeres durante una reunión de la compañía para tocar los temas culturales, Kalanick personalmente llamó para a sacar a Bonderman de la Junta Directiva, de acuerdo a un reporte del New York Times.
«El próximo CEO hará las cosas diferentes, y a Kalanick le va a costar por su inversión emocional», dijo Kerry Sulcowicz, un psiquiatra y psicólogo que asesora a Juntas Directivas y a Directores Ejecutivos, incluyendo varias start-up exitosas. Para muchos CEOs, «hay un alto riesgo de caer en la tentación de inmiscuirse. O peor: de activamente desautorizar al nuevo Director Ejecutivo, inconscientemente comportándose en una manera que destruye lo que es mas importante para él, como una manera de probarse a si mismo y al mundo que era irremplazable».
También es posible que Kalanick se sienta envalentonado por sus acciones en la compañía. Ya que él y sus aliados retienen tanto poder de votación a través de las acciones que tiene, los expertos en gerencia dicen que tiene sentido que se mantenga en la Junta Directiva. «¿Saben el viejo chiste «ido pero no olvidado»?», dijo Charles Elson, director de un centro de governanza empresarial en la Universidad de Delaware. «Se ha ido pero tiene mucha participación como para ser olvidado».
Los inversionistas de Uber que escribieron la carta llamando a la renuncia de Kalanick han llamado a que los dos o tres puestos libres en la Junta Directiva sean tomados por «directores verdaderamente independientes», de acuerdo con el New York times, lo que diluiría el voto de Kalanick en la Junta. Una portavoz de la compañía se negó a hacer mas comentarios acerca de lo que hará la Junta Directiva.
Algunas veces, tener un fundador involucrado en la Junta Directiva es algo positivo, una conexión de la compañía a sus orígenes y una fuente de conocimiento y visión institucional. Schultz es visto como la persona que revivió a Starbucks cuando retomó las riendas luego de su sucesor, escuchando las quejas de sus empleados y reconociendo que la compañía se había apartado de sus raíces. Y fundadores como Bill Gates de Microsoft eran vistos como miembros constructivos de la Junta Directiva luego de que habían dejado sus cargos como Directores Ejecutivos.
Pero hay muchas veces en las que un Director Ejecutivo, incluso por decisión propia, deja su cargo pero choca con su sucesoro/a. Ralph Lauren le entregó su título a Stefan Larsson, pero los dos no pudieron ponerse de acuerdo an la dirección creativa y Larsson dejó la compañía en menos de dos años. El fundador de Lululemon, Chip Wilson, que no ha sido Director Ejecutivo desde 2005 pero se mantuvo en la Junta Directiva hasta 2015, discutió con su sucesor acerca de cosas como poner frases de Ayn Rand en las bolsas de compra y votó en contra de directores acerca de la dirección de la compañía.
Cuando estos cambios vienen con un sufrimiento personal – como ha ocurrido a Kalanick, cuya madre falleció recientemente en un accidente de bote – el cambio puede ser complicado, a menos que el fundador se involucre en otra cosa nueva, dijo Sonnenfeld.
«He visto esto antes, en donde hay una tragedia personal», dijo. «El antiguo Director Ejecutivo de Nike, Phil Knight, renunció luego de que su hijo murió, pero tuvo un segundo aire, regresó y le saco la alfombra de los pies a su sucesor Bill Perez, quien estaba haciendo un buen trabajo».
La presencia de Kalanick en la Junta Directiva podría también traer algunas contrataciones. Mientras muchos probablemente saltarían a la oportunidad de revisar lo que se ha convertido en la start-up de Sillicon Valley mas disruptiva y valiosa de esta era, otros podrían ver con cautela qué tanto Kalanick se mantendrá involucrado.
«Tragarán grueso, cerrarán sus ojos y lo harán», dijo Crist, el reclutador ejecutivo. «Pero eso no cambia el hecho de que su influencia y personalidad aún serán evidentes».