ATLANTA (AP) – Los republicanos no parecen estar beneficiándose del malestar que hay entre los hispanos con las promesas incumplidas del presidente Barack Obama en cuanto a la reforma a las leyes de inmigración y, de hecho, da la impresión de que ven cada vez más distante el voto de esa comunidad.
«Durante su campaña los candidatos republicanos han utilizado lenguaje lleno de odio, hablando de ‘bebés ancla’, autodeportación, muro electrificado», manifestó Margaret Morán, presidenta nacional de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés). «Para los latinos esto es decepcionante y seguro ha tenido un gran impacto en la participación de los hispanos en las elecciones primarias».
«Probablemente esta retórica les funcione con la mayoría de miembros de su partido, pero les va a costar el voto latino», advirtió Morán luego de la votación del Súper Martes, que confirmó el favoritismo de dos «duros» en el tema de inmigración, Mitt Romney y Rick Santorum, para conseguir la nominación republicana para las elecciones presidenciales.
Romney y Santorum son quienes tienen las propuestas más intransigentes hacia los inmigrantes que están en el país ilegalmente. Romney triunfó en seis estados el martes y sigue liderando las primarias. Sin embargo, aventajó por muy poco margen a Rick Santorum, que se alzó con tres estados. Newt Gingrich se llevó el restante.
La contienda continuará el sábado con asambleas partidarias en Kansas, las Islas Vírgenes, Wyoming, Guam y las Islas Marianas del Norte. El martes se votará en Misisipí, Hawai y Alabama, el estado que tiene las leyes más rígidas hacia la inmigración ilegal.
Muchos hispanos expresan frustración con Obama, quien apoyó una reforma integral a las leyes de inmigración pero tropezó con la férrea oposición republicana en el Congreso. El mandatario, por otro lado, tuvo que concentrarse en una feroz crisis económica que hizo que todo lo demás pasase a segundo plano, incluida la reforma.
«Los indocumentados han sido tratados de forma muy injusta por este gobierno», señaló la republicana Cristina Espinosa luego de votar en Atlanta. Añadió que durante el gobierno de Obama habían aumentado las deportaciones de hispanos y la hostilidad hacia quienes no tienen documentos.
Desde 2009, un año después de que Obama asumiera la presidencia, ha habido un promedio de 400.000 deportados por año, según el Departamento de Seguridad Nacional. No obstante, el año pasado el gobierno de Obama ordenó la revisión de unos 300.000 casos pendientes de deportación y solicitó al Servicio de Inmigración y Aduanas que le diese prioridad a las deportaciones de delincuentes o personas con antecedentes y evalúe cuidadosamente los casos de estudiantes, padres de niños estadounidenses y ancianos.
«El presidente Obama prometió un montón de cosas a los latinos y no las ha cumplido», afirmó Jerry González, director ejecutivo de la Asociación de Funcionarios Electos Latinos de Georgia (GALEO, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro que busca incrementar la participación cívica de los hispanos.
«Este es un momento clave para los votantes latinos. Es el momento de que voten por los candidatos que quieren cambiar el discurso migratorio», expresó Espinosa.
«Los latinos, pero sobre todo nosotros, los mexicoamericanos, que somos la mayoría, debemos tener claro que el tema migratorio es clave. En ese sentido ambos partidos están haciendo un pésimo trabajo», indicó Espinosa, de origen mexicano y miembro de Somos Republicans, una organización nacional que busca educar políticamente a los hispanos.
Acotó que para ella el candidato republicano que «mejores propuestas tiene» en el campo migratorio es Newt Gingrich.
Para resolver la situación de los millones de inmigrantes que viven ilegalmente en el país, Gingrich plantea que se le dé la residencia legal a quienes hayan vivido más de 25 años en el país, hayan pagado sus impuestos y tengan lazos lo suficientemente fuertes como para