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La décima edición del Festival de Cine Independiente de Boston trae a la ciudad más de 90 películas independientes que incluyen filmes de directores reconocidos y de nuevos talentos, cortometrajes, y documentales. En el marco de este festival llega a nuestra ciudad el documental «Cierro Rico, Tierra Rica» realizado por el director colombiano Juan Vallejo. Este proyecto lleva a los espectadores a Cerro Rico y al Salar de Uyuni, dos áreas ubicadas en Potosí, Bolivia, en donde mineros trabajan arduamente cada día para extraer las riquezas de la tierra.

La proyección de «Cerro Rico, Tierra Rica» que se llevará a cabo en colaboración con el Festival Internacional de Cine Latino de Boston, será el estreno oficial del documental en Estados Unidos. Juan Vallejo, quien ha asistido con el filme a varios festivales internacionales, confiesa estar alegre de visitar Boston por primera vez y de que su documental se proyecte aquí.

«Ser invitado a un festival de prestigio ayuda a que este trabajo no se quede en una caja. Este documental fue un proyecto universitario que surgió porque quería hacer algo sobre las raíces de la cultura andina y sobre el choque que existe entre la cultura nativa y la cultura española que dominó en la época de la colonia. De alguna manera Bolivia y la ciudad de Potosí se convirtieron en el foco de mi idea. Quise enfocarme en la minería y documentar cómo poca de la riqueza de Cerro Rico se ha quedado en Bolivia, mientras en la época colonial el imperio hizo el usufructo de los materiales y riqueza de nuestras tierras», comenta el bogotano Juan Vallejo sobre el proyecto que produjo y filmó en un viaje de seis semanas a Bolivia.

Fotos cortesía de Pisco Films

«Mi intención fue hacer un filme etnográfico, que estudie la vida de nuestros pueblos andinos y las raíces de nuestra cultura, pero también quise hacer una exploración visual sobre el paisaje de la región de Potosí», explica Vallejo sobre el documental en el que no hay personajes protagónicos sino que más bien muestra la vida de los mineros como un grupo. «La película es un mosaico formado por muchas representaciones de diferentes personas. Todo unificado con la historia de la zona, de cómo Cerro Rico dio mucha plata al mundo hace mucho tiempo y cómo en el Salar de Uyuni se ha encontrado otro tipo de riqueza, el litio, que podría representar un futuro mejor para Bolivia, pero que no se sabe si va a pasar lo mismo que pasó con la plata».

En el documental los espectadores podrán observar diferentes puntos de vista mientras Vallejo descubre y aprende más sobre los mineros y sus familias.

«Hablamos con las mujeres que no entran a las minas pero que trabajan afuera, con los mineros de diferentes cooperativas, con los niños que de pronto ya trabajan en las minas, con las familias dentro de sus casas, y con aquellos que perdieron a alguien querido en las minas», comenta el cineasta que confiesa haber aprendido mucho sobre la gente de la región de Potosí. «Es increíble la fortaleza y dignidad de estos mineros a pesar de su vida difícil. Aprendimos que para mucha gente en Potosí no hay otro camino, no hay otra forma de subsistir. Los padres quieren que sus hijos estudien y sean profesionales, pero a la hora de la verdad cuando los niños crecen terminan trabajando en las minas porque no hay muchas oportunidades».

Fotos cortesía de Pisco Films

Sin embargo, el director colombiano advierte que el objetivo de este documental no es encontrar quiénes son los beneficiarios del trabajo tan duro de los mineros, «si

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