En la actualidad es más difícil alcanzar el llamado «sueño americano» y la discriminación de género sigue siendo un problema sutil pero persistente, afirmó el sábado la jueza Sonia Sotomayor en una conferencia sobre las oportunidades económicas de las mujeres.
En una conversación sobre varios temas en la universidad Vermont Technical College, la magistrada de la Corte Suprema federal, de ascendencia puertorriqueña, compartió historias acerca de su crianza en el sur del distrito neoyorquino del Bronx, su educación, las personas que influyeron en ella y sus experiencias con el derecho. También habló sobre los prejuicios raciales y de género.
El senador demócrata Patrick Leahy, de Vermont, echó a andar la Conferencia de Oportunidades Económicas de las Mujeres hace 15 años. Él y Sotomayor son amigos desde hace mucho tiempo, y el sábado la acompañó en el podio.
Sotomayor, la tercera mujer y la primera persona hispana en la Corte Suprema, dio crédito a los «verdaderos pioneros» que la precedieron, como la ex magistrada Sandra Day O’Connor, por superar la manifiesta discriminación de género. Dijo que ella y otros miembros de la «segunda ola» de mujeres que persiguen carreras como jueces han enfrentado menos rechazo, pero el prejuicio aún existe.
«Es más sutil y más punzante en muchos sentidos», dijo.
Gran parte del problema proviene de «las expectativas de lo que debería ser el empleado perfecto», las cuales fueron determinadas en gran medida por hombres, dijo. Eso, señaló, es un «problema estructural difícil» que requiere que los empleadores tomen la iniciativa para deshacerse de los sesgos en los lugares de trabajo.
Al relatar sus propias experiencias con los prejuicios raciales, lo que «sucede más a menudo de lo que podrían imaginar», Sotomayor dijo que la discriminación contra las mujeres en general puede ser más difícil de abordar por la sociedad porque es estructuralmente endémica.
«Al final, sí creo que superar los prejuicios raciales y étnicos puede ser más fácil que sortear los prejuicios de género», dijo.
Sotomayor mencionó el trabajo duro, la suerte y tener a alguien «que te ha amado incondicionalmente» como las claves de su éxito. Su madre y su abuela siempre le dieron amor, lo que ella considera como el ingrediente clave en la vida que le dio la confianza en sí misma para tener éxito y creer que podía ser una juez.
«Mi abuela era el centro del universo», dijo.
En la actualidad las mujeres enfrentan más obstáculos en el trabajo y «no hay duda de que hoy en día es más difícil» tener éxito, dijo, al señalar el alto costo de una educación universitaria y las dificultades para encontrar un trabajo en las actuales condiciones económicas.
Sin embargo, Sotomayor también dijo que la sociedad ha creado expectativas de éxito que «son tan irreales que usted está casi condenado al fracaso».