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Por Adriana Recchia

Más de 400 niños latinos disfrutaron de juegos, diversiones y apetitosos platillos mientras sus padres recibían importante información sobre los peligros del envenenamiento por plomo, un mal muy común en la ciudad de Lawrence que ha obligado a las autoridades a invertir fondos y desarrollar programas para su prevención de esta peligrosa intoxicación.

La actividad infantil se llevó a cabo el pasado 21 de julio en las instalaciones del Lawrence Heritage State Park. A pesar del intenso chaparrón que cayó en la zona ese día, los salones donde se realizó la Feria anual del Plomo se vieron llenos por la cantidad de niños que asistieron al evento.

La feria, organizada por el Programa de Prevención de Envenenamiento por Plomo del Greater Lawrence Community Action Council (GLCAC) dispuso de varias mesas donde se ofreció asesoramiento sobre el envenenamiento con plomo, sus síntomas y la ayuda que ofrece la ciudad a los propietarios de viviendas afectados por el plomo.

Para los niños, hubo diversión a granel en todas las mesas. Caras pintadas, tatuajes en la bracitos, rifas, sorpresas y platillos para todos los que quisieran saciar el hambre.

UNA DE LAS MÁS AFECTADAS
La población de Lawrence tiene ya más de 10 años beneficiándose con esta feria que se realiza anualmente.

Y es que a pesar de los avances que se han logrado en la prevención del tóxico, Lawrence está considerada entre las 10 ciudades de Massachusetts que tienen más casos de contaminación de plomo.

Uno de los factores de riesgo más importantes es la edad de la casa en la que viven las familias. Las estadísticas revelan que más del 80% de las casas construidas antes de 1978 en Estados Unidos tienen pintura con plomo. Entre más vieja es la casa, mayores son las posibilidades de que estén hechas con pinturas con plomo y mayor también la concentración del plomo.

«El Censo de 2000 mostró que el 61% de las casas de Lawrence han sido construidas antes de 1950», informó Carmen Torres, directora del programa.

Otro factor de riesgo es la característica que tiene Lawrence de ser una ciudad de constante tránsito de inmigrantes que llegan al área proveniente de distintas latitudes, la mayoría de los cuales ignoran el peligro que representa el plomo que hay en las paredes de los departamentos donde residen.

«El 33% de los casos de niños que se envenenan se debe a que sus padres o los propietarios de las casas donde viven deciden hacer renovaciones», señaló Torres.

Torres explicó que la ciudad de Lawrence ofrece importante ayuda para las familias y los propietarios de casas contaminadas con plomo. El programa que dirige ayuda a los latinos a verificar si califican para recibir estos fondos.

Actualmente, los propietarios pueden obtener hasta $8,000 por unidad para remover la pintura con plomo de sus viviendas.

Los inquilinos, por su parte, pueden recibir $400 si ellos deben salir de la casa hasta que se lleven a cabo los trabajos de remoción.

El envenenamiento por plomo puede causar problemas de aprendizaje y comportamiento en los niños y a niveles muy altos, pueden llevarlos a un estado de coma e incluso la muerte.

Las informaciones que se dieron en la feria incluyeron consejos para protegerse a la hora de iniciar trabajos de lijados en las paredes del hogar.

A las mujeres embarazadas se les sugirió evitar esta clase de labores en sus casas mientras dura el periodo de gestación.

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