El sarampión reapareció con fuerza en Texas, alcanzando 90 casos confirmados en el noroeste del estado hasta este viernes. Datos oficiales del Departamento de Salud de Texas señalaron que 32 nuevos contagios surgieron en los últimos días, en un brote iniciado a finales de enero, que afecta principalmente a personas no vacunadas o con estatus vacunal desconocido.
Mayor impacto en niños y adolescentes
Este virus, conocido por su alta capacidad de transmisión, golpeó en su mayoría a menores de edad. Según cifras oficiales compartidas por el Departamento de Salud de Texas:
- 26 casos ocurrieron en niños menores de 4 años.
- 51 se registraron en jóvenes entre 5 y 17 años.
- Solo cinco contagios se dieron en personas vacunadas.
Síntoma del sarampión
- Fiebre alta
- Tos
- Conjuntivitis
- Congestión nasal
- Sarpullido
Esta enfermedad puede derivar en complicaciones graves. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) advirtieron que entre 1 y 3 de cada 1,000 niños infectados terminan muriendo debido a estas complicaciones.
La situación es especialmente preocupante en Gaines y Terry, los condados más afectados. En Gaines, un 18% de los niños está exento de vacunación, una de las cifras más elevadas en Texas. Tonya Guffey, jefa de enfermería en el Seminole District Hospital, aseguró a NBC News que «no es falta de educación, sino una cuestión de creencias».
El desafío de las vacunas
A pesar de contar con una herramienta eficaz, las bajas tasas de vacunación fomentaron este brote. La vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola) protege hasta en un 97% si se aplican las dos dosis recomendadas entre los 12 meses y los 6 años. El senador Bill Cassidy recordó en X que esta vacuna “es segura y eficaz desde 1963”.
This is a serious measles outbreak in Texas. The measles vaccine has been proven safe & effective since 1963. https://t.co/rO2aqqpYam pic.twitter.com/xpiD7YJ6rB— U.S. Senator Bill Cassidy, M.D. (@SenBillCassidy) February 18, 2025
Aunque infecciones en personas vacunadas suelen ser raras y menos graves, su existencia no debe desviar la atención. El Dr. Ryan Maves, experto de la Universidad Wake Forest, explicó que estos casos tienden a presentar menos complicaciones y una recuperación más rápida.
En contraste, figuras públicas como Robert F. Kennedy Jr., recién nombrado secretario de Salud y conocido por su postura antivacunas, generan inquietud. Expertos temen que decisiones basadas en creencias desacreditadas debiliten los avances en inmunización pública.
Vacunas para adultos, ¿son necesarias?
El Dr. William Schaffner, de Vanderbilt, recalcó que la mayoría de los adultos no necesita refuerzos si completaron su esquema infantil. Sin embargo, quienes solo tengan una dosis o trabajen en sectores de alto riesgo podrían requerir una evaluación médica.
Para quienes no recuerdan o desconocen su estatus vacunal, la Dra. Priya Sampathkumar, de Mayo Clinic, recomendó revisar registros escolares y, de ser necesario, buscar protección adicional.
Casos en que los adultos podrían necesitar atención extra:
- Personas inmunocomprometidas o que viven con inmunosuprimidos.
- Trabajadores de salud en contacto con pacientes de alto riesgo.
- Residentes en áreas con brotes activos, como el noroeste de Texas.
¿Por qué el sarampión preocupa tanto?
Más allá de los síntomas típicos, el sarampión preocupa por su capacidad de desestabilizar el sistema inmunitario, lo que algunos médicos llaman «amnesia inmunológica«. El Dr. Maves explicó que esta condición borra la memoria inmune previa, dejando a los pacientes vulnerables a enfermedades superadas en el pasado, como la varicela.
En retrospectiva, los 285 casos de sarampión registrados en 2024 —la cifra más alta desde 2019, según los CDC— ya alertaban sobre la importancia de fortalecer programas de vacunación.
La prevención es clave
Los expertos coinciden en que esta crisis pudo evitarse con una cobertura vacunal adecuada. Además de combatir la desinformación, los CDC y profesionales de salud reiteran la necesidad de alcanzar tasas más altas de inmunización para proteger a las comunidades. Maves enfatizó que «no deberíamos estar viendo brotes de este tipo en 2025».
El brote en Texas deja una lección para todos. Priorizar la vacunación y promover información respaldada por ciencia son acciones esenciales para enfrentar desafíos como este y proteger las vidas de futuras generaciones.
