El sindicato de la Policía de Massachusetts presentó una demanda contra el estado por el mandato de vacunas aplicado por el gobernador Charlie Baker, el cual requiere que los empleados de la entidad estén completamente vacunados contra la pandemia del COVID-19 antes del 17 de octubre.
De acuerdo con información del Boston Globe, el sindicato agrupa a más de mil 800 personas. El colectivo solicita a un juez posponer el requisito ejecutado por parte del gobierno estatal.
El grupo pide negociar con la oficina del gobernador, pues, a su juicio, los oficiales sufrirían «daños irreparables».
En su querella, el sindicato exige que a los efectivos de la policía se les brinde la opción de decidir no vacunarse. En su lugar, no se oponen a ser sometidos a pruebas semanales para descartar el contagio.
También se solicita al estado proveer «protección» contra aquellos empleados que se vean en la obligación de jubilarse o mueran por la vacuna.
La orden del gobernador Baker fue emitida el pasado 19 de agosto y permite exenciones personales, médicas o religiosas. El incumplimiento podría derivar en medidas disciplinarias.
Mandato
Este lunes se cumplió la fecha límite para que algunos empleados de la ciudad de Boston demuestren que están completamente vacunados contra la pandemia del COVID-19 o se vean obligados a someterse a pruebas semanales para descartar algún contagio del virus.
El pasado mes de agosto, la alcaldesa Kim Janey reveló una política a ejecutarse en toda la ciudad en la que los empleados tendrán que cumplir con el mandato de vacunas o estar dispuestos a ser parte de pruebas constantes. La misión no es otra sino evitar la propagación del brote.
De acuerdo con información de la cadena de noticias NBC, los empleados que desarrollan sus labores de manera directa con residentes de la ciudad de Boston cuentan como el grupo de más alta prioridad. Estos se concentran entre el personal de escuelas públicas, centros de ayuda familiar y bibliotecas, entre otros.