Sandra Manzano es de Chalatelango, El Salvador, y trabaja en Massachusetts General Hospital como patient care associate cuidando de pacientes con la COVID-19 desde Marzo 2020. “Mi unidad de medicina general se convirtió en una unidad específica de solo pacientes con la enfermedad, la mayoría fueron personas hispanas a las que traté de ayudar debido a la barrera del idioma”, dijo. “Tiempos muy difíciles e inolvidables, nunca vi tanta muerte en mi carrera como trabajadora en salud y tengo tantas historias tristes desde que empezó la pandemia”, contó. “Muchas lágrimas al ver personas fallecer, quizás uno no los conoce, pero les toma cariño”, dijo. “La parte más triste para mí era poner el ipad frente a los pacientes y ver a sus familiares preocupados al otro lado. No solo ellos lloraban, bajo mi mascarilla rodaban mis lágrimas también”.
Manzano cuenta que también ha sido un reto ser madre en estos tiempos. “He tenido que buscar una nueva rutina de escuela en casa, mientras pasaba largos turnos en el hospital con miedo de contagiarme y traer la enfermedad a la familia”, dijo
La trabajadora asegura que está muy agradecida de que no tuvo la enfermedad en medio de la pandemia y está agradecida de estar completamente vacunada para poder seguir ayudando. “Solo le doy gracias a dios que que nunca he tenido la enfermedad, a pesar de que estoy en medio del virus, dándoles comida a los pacientes, bañándolos, dándoles palabras de ánimo cuando puedo. Incluso con personas hispanas, a veces me quedaba dándoles aliento mientras lloraban porque ya no podían más, sentía que eran parte de mi familia”, relató. “Creo que Dios me puso ahí y me mantuvo sana todo ese tiempo para poder ayudar a otros”.
