Una de las testigos claves del juicio contra el productor de cine de Hollywood Harvey Weinstein dijo que en una oportunidad el acusado la obligó a hacerle sexo oral, porque en el momento en que la asaltó sexualmente se dió cuenta que tenía el período menstrual. La historia del presunto incidente fue contada ante el jurado en la corte Suprema de Nueva York.
Miriam Haley, exasistente de producción de Project Runway, aseguró durante su testimonio que Weinstein la agredió en 2006 en el apartamento del productor de cine en Nueva York.
Haley dijo que había conocido a Weinstein en 2004, en una fiesta posterior para The Aviator, y al cabo de dos años se lo encontró en el Festival de Cine de Cannes en 2006, luego de que su jefe, el productor británico Michael White, se enfermara.
Contó que se juntaron en el Hotel Majestic en Cannes y que el productor le sugirió que podría trabajar con él en sus nuevas producciones, en el reality show de televisión Project Runway. La mujer aseguró que desde ese primer momento, Weinstein había procurado acercarse, haciéndole comentarios de sus piernas y pidiéndole que le diera un masaje, pero ella creyó que era una relación profesional.
Comentó que aquel día salió del hotel humillada luego de que Weinstein la tratara de esa manera. A pesar de ese rechazo, consiguió un trabajo como asistente de producción en el Proyecto Runway con el acusado, quien a veces se mostraba encantador y respetuoso, pero que posteriormente los abusos sexuales continuaron, según afirmó.
Explicó que en el apartamento de Weinstein en el East Village de Manhattan el acusado la había invitado a entrar y tras su negativa, el productor la había invitado a viajar a París para asistir a un desfile de modas.
También describió una noche en el mismo apartamento de Nueva York, cuando Weinstein presuntamente la agredió sexualmente por la vía oral.
La mujer explicó que al principio, Weinstein fue amigable y normal con ella, la recibió en su apartamento tipo loft, ofreciéndole una bebida y que ambos se sentaron en los extremos opuestos de un sofá.
Seguidamente, dijo que en algún momento Weinstein se abalanzó hacia ella, tratando de besarla. Fue entonces cuando se levantó y lo rechazó. Pero él no se inmutó sino que siguió besándola y acariciándola. «Me levanté e intenté alejarme de él, pero él me atrajo hacia él. Estaba caminando hacia mí y yo caminaba hacia atrás tratando de escapar».
Haley agregó al relato que el acusado estaba encerrado en una habitación ubicada en la esquina del espacio abierto. Sostuvo que había caminado hacia atrás, Weinstein la empujaba con su cuerpo hasta que llegó a la cama. «Me caí de espaldas sobre la cama, intenté levantarme y él me empujó hacia abajo», dijo la mujer llorando.
La testigo afirmó que en la medida en que lo rechazaba, él insistía y cada vez que intentaba levantarse de la cama, Weinstein la empujaba hacia atrás y la sostenía. «Me empujó hacia abajo, me sostuvo por los brazos. En ese momento comencé a darme cuenta de lo que realmente estaba sucediendo». Fue cuando pensó en escapar, después de un tiempo se fue. «Él me obligó a mí hacerlo por la vía oral, porque tenía mi periodo. tenía un tampón allí. Estaba mortificado y yo solo estaba llorando. ‘No’, seguía tratando de decirle: ‘No, no entres allí'». Pensó que estaba siendo violada, pero permanecía tan conmocionada que solamente se marchó.
En su detallado relato, la mujer aseguró que en la habitación en la que Weinstein la asaltó estaba decorada con dibujos de niños en las paredes. Insistió en que cada vez que intentó levantarse, el acusado la empujaba hacia abajo. «Estaba tratando de escapar hasta que me di cuenta de que no tenía sentido».
Haley contó que luego que ocurrió el asalto sexual, ella le contó lo ocurrido a su compañero de habitación y argumentó que no había llamado a la policía porque creía que esa no era una opción para ella. “Obviamente, Weinstein tiene mucho más poder, recursos y conexiones. No pensé que realmente tendría una oportunidad».
Denunció que hubo un segundo encuentro en la habitación de Weinstein. Dijo que había llegado y de inmediato él solo tomó su mano y la llevó hacia la cama. “Tuvo relaciones sexuales conmigo… Estaba acostado allí inmóvil. Me sentía insensible». Añadió que Weinstein le dijo que era “una puta… una perra».
Comentó que si bien el primer asalto fue muy vergonzoso, no se culpó a sí misma; pero acotó: «La segunda vez, no luché lo suficiente».
En la acusación contra Weinstein, el segundo presunto asalto sexual no está incluido.
Cuando la fiscal adjunta de distrito Meghan Hast le preguntó a la mujer cómo había lidiado con los presuntos ataques, Haley dijo: «Honestamente, no sabía cómo lidiar con eso, así que lo puse en una caja y continué como siempre».
La mujer explicó que continuó manteniendo una relación profesional con el acusado. Posteriormente a los asaltos, sostuvo una reunión con él en Londres para presentarle unas ideas de una producción. Años después, le envió unos correos electrónicos para informarle que se estaba graduando de profesora de yoga.
Durante el contrainterrogatorio, a cargo del abogado Damon Cheronis, el defensor le preguntó que cuando vio a su cliente en Cannes en 2008, dos años después de los presuntos asaltos sexuales, ella le escribió un correo despidiéndose con la siguiente frase: «Con mucho amor, Miriam».
«¿Cómo es eso? ¿Por qué no te alejaste de él, te fuiste a otra dirección?»
Cheronis acusó a la mujer de haber tachado parte de varias entradas del calendario de mayo de 2006, mencionando su contacto con el acusado. «¿Por qué tachastes esas entradas?», Preguntó.
El abogado le preguntó sobre en un cruce de julio de 2006 cuando tachó una entrada que contenía información de contacto para el asistente de Weinstein.
«Garabateé sobre muchas cosas», dijo Haley. Cuando la fiscalía le preguntó sobre ese mismo detalle, la mujer aseguró que no tachó nada con la intención de ocultar lo que estaba escrito.
La mujer negó haber visto a Weinstein en California en julio de 2006, pero en su calendario decía (HW 5pm). El abogado defensor sugirió que se había visto con él en ese viaje y la mujer aclaró que no lo había visto.
El abogado preguntó en relación con los corazones que estaban en el calendario correspondiente a los tres días de julio de 2006, luego de los asaltos sexuales, pero ella negó que tuviesen algo que ver con Weinstein. Igualmente, el defensor interrogó a la testigo sobre los boletos aéreos que Weinstein había pagado para que ella fuera a Londres el 2 de agosto de 2006, ¿Sabía que él pagó esos tickets? y la mujer respondió «Lo sé ahora, sí».
La defensa también preguntó sobre una reunión que tuvo la mujer con el acusado en Londres, en la que ésta le mostró una idea para un programa. Ella dijo que Weinstein era un productor exitoso y que tenía amplio conocimiento. «¿Y no temía de él en la reunión?», interrogó el abogado. Haley contestó: «Ya no me perseguía de esa manera, así que pensé que estaba a salvo».
La mujer recibió entradas regaladas por Weinstein para el Festival de Cine de Cannes en 2007.
Asimismo, el abogado informó que la testigo se había comunicado con su cliente en febrero de 2009 a través de un correo electrónico, diciéndole que planeaba convertirse en maestra de yoga y agregando: “Solo quería decirte que estoy disponible para trabajar, si por casualidad, tienes algo en Londres. De lo que sea. Realmente te agradecería cualquier dato. ¡Mi gato necesita alimentarse!».
En los siguientes años, la mujer le hizo llegar a Weinstein unos guiones de sus amigos, lo que al abogado dijo era una relación útil para ella, para su carrera. Y aseguró que su relación con el acusado fue consensuada ¿La verdad es que tuviste una amistad con el señor Weinstein?, acotó.
Haley es la segunda testigo fuerte en el caso. La semana pasada, la actriz Annabella Sciorra dijo al jurado que el productor la había violado en su propio departamento en Nueva York en el invierno de 1993 o 1994.
En la corte se espera que seis mujeres testifiquen contra Weinstein en el juicio considerado simbólico para el movimiento #MeToo. Weinstein está acusado de cinco cargos de delitos graves, incluyendo violación y agresión sexual depredadora, por su presunto comportamiento hacia Haley y otra mujer, Jessica Mann, en 2013.
Si el jurado lo consigue culpable de los cargos podría ser sentenciado a cadena perpetua.