El anuncio de que Estados Unidos podría expulsar a El Salvador del Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y República Dominicana (TLC), a raíz de haber entablado relaciones diplomáticas con China, provocará una alta pérdida de empleos y un grave deterioro económico y comercial en el país con su principal socio extranjero, según indicó la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).
La causa es que nunca ha existido transparencia por parte del gobierno salvadoreño para explicar en detalle su nueva relación con el gigante asiático, y como esta se construyó sin los consensos necesarios, lo cual no agradó en Washington, que incluso ocasionó que la embajadora de Estados Unidos en el país, Jean Manes, fuera llamada a consultas en septiembre de 2018, recordó la gremial.
Así, según datos preliminares de la Asociación, el acuerdo (vigente desde marzo de 2006), ha permitido que sectores clave de la economía como la maquila, la industria plástica, la agricultura y los productos nostálgicos se desarrollen y generen más de 150 mil plazas laborales formales que podrían perderse si se anunciara oficialmente el cese del TLC, consideró Luis Cardenal, presidente de ANEP.
“Las empresas de estos sectores y todas aquellas que se benefician del Tratado cerrarían y esto generaría un gran impacto en la economía, en los empleos y toda la gente que se queda sin trabajo generará más demandas sociales o incluso más migración hacia Estados Unidos, es un problema de escala por la falta de transparencia del gobierno con los salvadoreños, los empresarios y el país norteamericano”, agregó Cardenal, quien dijo que esta pérdida de empleos representaría el 20% de las plazas laborales formales que existen en nuestra nación.
El principal ejemplo de cómo se generaría una crisis de empleo en el país, por la falta del TLC, sería en las maquilas del sector textil las cuales generan casi la mitad de las exportaciones al país norteamericano y generan 80,000 empleos directos y 200,000 indirectos.
“Todas estas fábricas, que son los mayores empleadores del país, se tendrían que ir porque no podrían exportar (con menores aranceles) al país donde venden todos sus productos, no tendría sentido que continuaran funcionando, son empresas que gracias al TLC se han desarrollado y por ello han generado miles de empleos”, explicó Cardenal.
Para el dirigente de ANEP el principal aspecto de este tema es la guerra comercial que hay entre Estados Unidos y China, y en la medida que no se sepa lo que el gobierno firmó con el país asiático la incertidumbre continuará, y el gobierno estadounidense generará más presión para que se revierta el acuerdo.
“El problema es que nadie sabe lo que se firmó con China, acá se habla de zonas económicas especiales, concesión del puerto de La Unión y otros temas pero no sabemos lo que ellos buscan, no sabemos si detrás de un interés comercial hay también un trasfondo militar que nos ponga en medio de un futuro conflicto, eso hay que revisarlo y decirlo públicamente”, insistió Cardenal.
Según los periódicos estadounidenses El Nuevo Herald y McClatchy DC Bureau funcionarios federales están estudiando el acuerdo comercial, conocido en inglés como CAFTA-DR, para determinar si pueden bloquear el acceso preferencial de los productos que exporta Nicaragua, República Dominicana y El Salvador al mercado estadounidense.
Los motivos para bloquearlos, según estos periódicos, serían el autoritarismo en el que ha caído Nicaragua desde hace un año, así como las estrechas relaciones diplomáticas que El Salvador y República Dominicana han abierto con China Popular desde 2018.
“Estamos muy preocupados con el avance de Nicaragua hacia el autoritarismo, y los lazos cuestionables de República Dominicana y El Salvador, como Estados Unidos ha dejado en claro, no permitiremos que nuestros acuerdos comerciales, incluido el CAFTA-DR, se conviertan en una puerta trasera para beneficiar a economías que no respetan el mercado y son actores represivos en la región”, dice la fuente citada por estos periódicos.
Hay que recordar que el TLC tiene una cláusula que permite a Estados Unidos retirarse del tratado si alguno de los países decide firmar un acuerdo de comercio separado con algún país que no tenga una economía de mercado, aspecto que podría ser considerado como una advertencia para no firmar acuerdos separados de comercio con China.
Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), solo entre enero y noviembre de 2018 Estados Unidos compró bienes salvadoreños por $2,419.6 millones, con un incremento de $44.1 millones al compararlo con igual período de 2017; ese aumento representa el 1.9 % de crecimiento interanual.
Por su parte el presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Eduardo Cáder, consideró que a Estados Unidos “no le parece” que El Salvador deteriore su buena relación con dicho país y que esté realizando un viraje hacia China, a pesar de las ventajas que esta economía también ofrece.
“Lo que va a suceder con la pérdida del TLC es que vamos a retroceder en el tiempo y se acabarán todos los beneficios arancelarios que tenemos desde 2005, nuestros productos dejarían de ser competitivos y se perderá presencia en el mercado más importante del mundo”, dijo Cáder, líder de los industriales.
Ambos dirigentes gremiales pidieron al gobierno que haga público el acuerdo con China.
Fuente: El Salvador