Félix G. Arroyo, quien ocupaba el cargo de jefe de servicios humanos y de salud en la Alcaldía de Boston, fue despedido del gabinete el jueves pasado, en medio de una investigación relacionada con una demanda que presentó una empleada a la que él supervisaba, quien alega que fue acosada sexualmente.
“Félix G. Arroyo ha sido despedido de la Alcaldía de Boston después de una exhaustiva investigación interna”, dijo Laura Oggeri, directora de comunicaciones de la ciudad. “La Alcaldía inmediatamente comenzará a buscar candidatos para llenar el puesto de jefe de salud y servicios humanos y esperamos anunciar pronto a la persona escogida”.
El Boston Globe informó que la denuncia fue presentada el jueves de la semana pasada ante la Comisión Contra la Discriminación de Massachusetts (MCAD, por sus siglas en inglés). Según reseñó el Globe, el documento, que incluye también al Alcalde Walsh, la Chief of Staff de Arroyo, Ilyitch Nahiely Tabora y a la Ciudad de Boston; alega acoso sexual, represalias por su sexo y género y un ambiente de trabajo hostil.
El nombre de la empleada que hizo la denuncia no fue revelado por el Boston Globe, siguiendo una política interna de ese medio de resguardar la identidad de víctimas y presuntas víctimas de este tipo de acusaciones. Según se reseñó, el documento alega que Arroyo se comportaba de manera inapropiada con la empleada afectada haciéndole comentarios sexuales y la denunciante dice que incluso “agarró mi trasero en varias ocasiones”.
La mujer también describió otros comportamientos inapropiados como una amenaza por parte del ex funcionario y que este “agarró mi nuca y la apretó muy fuerte” cuando ella planeaba quejarse formalmente con oficiales de la Ciudad por el comportamiento de Arroyo.
Estas acusaciones desencadenaron una investigación por parte del MCAD y una investigación policial. Al cierre de esta edición las investigaciones estaban en marcha. Arroyo había sido dado de baja con una licencia administrativa el 28 de julio.
Arroyo, de origen puertorriqueño e hijo de un prominente político de Massachusetts, no ha dado declaraciones oficiales, pero su relacionista pública, Colette Phillips dijo: “Arroyo insiste que estas acusaciones son infundadas y de carácter retaliatorio”. La portavoz también dijo que piden esperar hasta que todos los hechos sean presentados a la Comisión Contra la Discriminación y que se complete su investigación.
La Jefa de Comunicaciones del City Hall, Laura Oggeri, dijo al Boston Globe que “estas alegaciones son intolerables y perturbadoras. Tomamos muy en serio la seguridad y bienestar de nuestros empleados y estamos trabajando para llegar al fondo de esto lo antes posible”.
El alcalde Walsh, opinó que el caso de Arroyo no indica un problema más amplio en el Ayuntamiento. “No creo que tengamos problemas fundamentales con gente que tiene miedo de presentar cualquier tipo de queja de acoso sexual. No creo que sea el caso aquí”, dijo Walsh antes del anuncio del despido de Arroyo.
En su editorial del sábado 26 de agosto, el Boston Globe recalcó el problema de la falta de representación latina en el City Hall. «La controversia no ha terminado por completo para la administración de Walsh: La salida del latino con el cargo más alto del gobierno de la ciudad deja un agujero en una administración que no tiene suficiente representación hispana. Pese a todos los esfuerzos bienintencionados del alcalde Walsh, los latinos siguen siendo una fuerza política relativamente invisible en Boston, a pesar de que representan casi el 20 por ciento de la población de la ciudad».
Recordamos que la investigación sobre este caso está aún en curso y llevaremos a nuestros lectores más información a medida que se vaya desarrollando.