No pasará mucho tiempo antes de que sepamos el destino final del culpable confeso del atentado en el maratón de Boston, pues la defensa ya culminó formalmente su participación en el caso, y ya se ha pasado a la etapa de deliberación.
Los abogados defensores de Dzhokhar Tsarnaev han pasado las últimas dos semanas tratando de construir una imagen de un hombre joven quien fue víctima de la manipulación, con la esperanza de que eso influya en por lo menos un miembro del jurado, para que se decida la cadena perpetua en lugar de la pena de muerte. La decisión del jurado debe ser unánime.
Los miembros del jurado han oído hablar de su difícil infancia en un país caótico de la antigua Unión Soviética, su hermano abusivo y dominante, su padre con problemas mentales, y su madre musulmana extremadamente conservadora.
La defensa ha llamado a testigos que le conocían desde que estudiaba en la escuela secundaria y que declararon haber sido desconcertados por su filiación yihadista que condujo a ejecutar el atentado del 15 de abril de 2013. Incluso habló una ex compañera de escuela que estaba enamorada de él, pero lo rechazó para la fiesta del «prom» porque era muy tímido.
Cuatro mujeres de su familia, que lucharon para mantener su compostura, describieron con lágrimas en los ojos lo maravilloso que era Tsarnaev de niño. Incluso se supo que Tsarnaev derramó una lágrima después de ver a sus familiares hablando sobre él.
A pesar de que los miembros del jurado no han escuchado el testimonio de Tsarnaev, sí han oído a expertos en las complejidades de Chechenia y del cerebro adolescente.
La vida de Tsarnaev podría estar en manos del jurado tan pronto como el miércoles.
