Desde El Planeta y fieles a nuestra misión de siempre mantener a nuestros lectores informados, les ofrecemos este trabajo de investigación para ayudarlo a entender la naturaleza del virus ébola y las razones por las cuales esta epidemia de África Occidental tiene poca probabilidad de alterar nuestra cotidianidad.
¿Desde cuándo se conoce la enfermedad?
El virus debe su nombre al río Ébola, un pequeño afluente indirecto del río Congo. El agente infeccioso surgió por primera vez allí en 1976 cuando murió una monja de una enfermedad “enigmática”. Un piloto de Sabena Airlines, llevó un termo y una carta de un médico desde la capital de la República Democrática del Congo donde explicaba que el termo contenía una muestra de sangre de esa religiosa que acababa de morir. El médico pedía a los científicos belgas que intentaran confirmar si se trataba de la fiebre amarilla. No era fiebre amarilla pero cuando lo inyectaron a ratones empezaron a morir uno tras otro. Era un virus desconocido en forma de gusano que tomó el nombre del rio Ébola.
¿Cómo comenzó la epidemia que vemos hoy?
Probablemente comenzó con un paciente de dos años en un poblado en Guinea, el niño llamado Émile murió el 6 de diciembre de 2013 según un reporte publicado en The New England Journal of Medicine. Los científicos no saben cómo lo contrajo el niño pero se sabe que puede propagarse de animales a humanos a través de fluidos corporales infectados. Luego se reportó que sus familiares también murieron de la misma enfermedad y de allí asistentes al funeral lo propagaron a otras ciudades. Los anteriores brotes de ébola habían afectado a países del Este o centro de África (Uganda, Congo, Sudán y Gabón), pero estos casos de 2013 confirman la llegada del virus por primera vez al África occidental: Guinea, Sierra Leona y Liberia países en los cuales existe la epidemia hoy.
¿Cómo se realiza el contagio?
Lo primero que debes saber es que el virus ébola en realidad es muy difícil de contraer. Solo estarías en riesgo si tienes contacto muy cercano con fluidos corporales. El virus del ébola no se contagia por el aire, ni por el agua, ni por los alimentos, se necesita un contacto directo con las secreciones de un paciente sintomático. Es decir, para que se realice el contagio la persona sana tiene que estar en contacto directo a través de la sangre, orina, saliva, sudor, semen o heces de un infectado que ya presente los síntomas de la enfermedad. Por eso La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha remarcado que el riesgo de contagio incluso para personas que viajan en avión o en cualquier tipo de transporte público es prácticamente nulo.
¿Cuáles son los síntomas?
Fiebre muy alta de manera repentina, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, dolor de garganta y debilidad generalizada, fuertes dolores musculares, aparición de una erupción rojiza en la piel, alteración de función renal y hepática en algunos casos pueden observarse hemorragias internas y externas.
¿Hay una epidemia en E.E.U.U. y de dónde viene?
En Estados Unidos no hay epidemia, solo las personas que han viajado recientemente a las zonas en las cuales el brote se ha convertido en epidemia es decir, Guinea, Liberia y Sierra Leone lo han contraído. Es muy importante que sepan ustedes, queridos lectores, que resultaron falsas todas las noticias en las cuales supuestamente venían personas presuntamente contagiadas en un avión de Emirates Airlines y desde la ciudad de Dubai. Aquí en los Estados Unidos en este momento, solo aquellos que estuvieron en contacto con Thomas Eric Duncan quien contrajo la enfermedad en Liberia y primera persona diagnosticada con ébola en este país son monitoreadas para ver si desarrollan síntomas de la enfermedad.
¿Por qué es el ébola tan letal?
Una de las principales características del virus del ébola es que engaña al sistema inmune de la persona para no ser detectado. Normalmente, cuando un virus infecta el organismo se produce una señal de alarma ante la invasión a través de unas proteínas llamadas interferones. Esta proteína a su vez provoca la reacción de las defensas en el cuerpo para atacar al virus invasor. Sin embargo, el ébola produce otra proteína que bloquea la señal de alarma de los interferones y con ello impide la reacción y la respuesta inmune. Con las defensas del cuerpo bloqueadas, el ébola se comienza a reproducir a gran velocidad. Cuando el sistema inmune responde finalmente, ya es demasiado tarde, y es su propia respuesta excesiva lo que daña los distintos órganos.
¿Cuándo se puede decir que un contagiado está curado?
Los médicos señalan que, entre 7 y 10 días después de la infección, es cuando la enfermedad muestra sus efectos con mayor fuerza, y el paciente tiene más probabilidades de morir. En esos días, es fundamental una buena atención médica. Tras ese periodo, si el sistema inmune es capaz de responder al ataque del virus, el paciente sobrevive. Las posibilidades de supervivencia para un paciente de ébola aumentan a partir de los 15 días.
¿Tendremos epidemia en Massachusetts?
No. Las autoridades sanitarias consideran muy improbable un brote de ébola en un país con una buena infraestructura hospitalaria. En África, el problema a menudo es la pobreza y la falta de médicos y material. En Liberia hay 1 médico por cada 100.000 personas y en algunos casos los pacientes no cuentan ni con agua corriente. En Guinea, origen del actual brote, la mayor parte de las infecciones está relacionada con los enterramientos tradicionales, en los que los familiares mantienen un contacto estrecho con los cadáveres.
¿Hay tratamiento contra el ébola?
No todavía, la histórica falta de financiamiento ha retrasado el desarrollo de un tratamiento eficaz contra el ébola. Con esta epidemia el financiamiento de la investigación ya ha dejado de ser un problema y esperamos que pronto se desarrolle una vacuna, tan pronto como enero según algunos.
¿Qué hacen entonces los médicos con los enfermos?
Como explica la Organización Mundial para la Salud, los pacientes de ébola en estado grave suelen deshidratarse y requieren sueros intravenosos o rehidratación por vía oral. No se trata de atacar la raíz de la enfermedad, sino de suavizar sus síntomas. Uno de los más efectivos son los sueros de supervivientes a la enfermedad. Este tratamiento experimental consiste en aprovechar las defensas generadas en la sangre de los pacientes curados para reforzar el sistema inmune de los enfermos.
¿Qué debemos esperar?
Según Bruce Aylward, director general adjunto de la OMS y coordinador de las operaciones de lucha contra el brote de ébola, en diciembre se pueden registrar entre 5.000 y 10.000 contagios por semana en África. Ese sería el pico; posteriormente, debería llegar una reducción paulatina de los casos hasta, finalmente, poder controlar la epidemia. Aquí en Estados Unidos el objetivo de las autoridades debe ser evitar que alguien infectado llegue al país desde África sin ser detectado tal como ya lo están haciendo en algunos aeropuertos en Europa.