Daisy Novoa Vásquez • es una escritora chilena-ecuatoriana. Ha escrito una colección de poemas y está trabajando en un libro de cuentos cortos. Su e-mail es daisynovoa@yahoo.com | dnovoavasquez.blogspot.com
A veces por ahorrarnos un poco de dinero al corto plazo y no considerar las repercusiones de nuestras acciones ayudamos a que buenos negocios se vayan a la quiebra, y cuando los extrañamos ya es muy tarde. Lastimosamente muchas veces como consumidores apoyamos a inmensas corporaciones en vez de respaldar a pequeños negocios y a productores independientes, y este tipo de comportamiento lleva a la erradicación de importantes fuentes de trabajo y negocios locales, y a la homogenización del mercado. Por ende a una falta de diversidad y calidad de productos. ¿No está ahora casi todo hecho en China y es prácticamente desechable o de baja calidad?
Cuando nosotros dejamos de comprar en negocios independientes, a productores locales y a pequeñas y medianas empresas para ahorrarnos un poco de dinero o por flojera, puede que perdamos más de lo que nos imaginamos. Por ejemplo, donde yo vivo hay una pequeña librería independiente, los precios de los libros nuevos son más caros que los que se venden en Internet pero cuando tienen promociones salen al mismo precio, especialmente si consideramos el envío, y algunos libros usados son igual de económicos.
Sin embargo lo que me ofrece esta librería independiente es mucho más que libros, es un espacio real para leer un rato y juntarme con amigos; las tiendas virtuales no me ofrecen eso. También esta librería trae escritores a dar charlas y tiene espacios de lectura para niños; las tiendas electrónicas no tienen eso. Si tengo sugerencias o quejas puedo hablar directamente con una persona en vez de lidiar con correos electrónicos o números 1-800. En general, no tengo nada en contra de tiendas en el ciberespacio, pues yo también compro allí, pero para mí es importante que parte de mi dinero vaya a lugares de mi comunidad y a pequeños negocios, y creo que esto debería ser considerado por todos.
El hecho de que la librería en mi barrio exista es casi un milagro, porque negocios independientes como este han sido afectados por inmensas tiendas que pertenecen a grandes cadenas. Y así mismo estas tiendas físicas propiedad de cadenas están en peligro de extinción por multinacionales que operan en el Internet. Y la pregunta del millón es ¿Quién alimenta estas inmensas corporaciones sin rostro?
¡Pues millones de nosotros! Estas multinacionales llevan a la quiebra a muchos negocios pequeños, artesanos y productores independientes, pero nosotros somos cómplices por realizar todas nuestras compras allí y olvidarnos de los negocios pequeños y locales, o por no exigir que estas multinacionales tengan prácticas éticas de negocio. Algunos lugares independientes siguen abiertos porque la gente que los apoya sabe valorar los beneficios adicionales y el dinamismo que aportan a su comunidad.
Si están planeando comprar cualquier cosa, desde víveres hasta regalos, visiten sus tiendas locales, esta es una excelente forma de hacer crecer y prosperar nuestras comunidades y su economía. Si van a comer afuera en vez de escoger un restaurante de cadena visiten uno independiente. Si van a comprar pan en un supermercado, mejor visiten a un panadero independiente; y traten de extender su apoyo a los negocios pequeños cada vez que puedan si es que no quieren que estos desaparezcan.
Es nuestra decisión dónde gastamos nuestro dinero, nadie nos obliga a comprar en multinacionales o en Internet. Debemos ser selectivos y pensar detenidamente en el impacto de nuestras acciones. Por un poco de comodidad y por ahorrarnos algo de dinero estamos perdiendo mucho y debilitando la economía local y toda la diversidad y riqueza que esta trae a nuestras vidas. Si no nos queda otra opción que comprar en multinacionales entonces escojamos las que se preocupan de tratar con dignidad a sus empleados, del medio ambiente, de apoyar causas justas, de tener productos de calidad, y de tener proveedores locales o minoritarios. ¡No dejemos que lo barato nos salga realmente caro!