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¿Sabían ustedes que en la Universidad MIT aquí en Boston existe un proyecto cuyo propósito es llevar a lugares muy pobres del tercer mundo lámparas hechas con botellas plásticas y agua? Así como lo oyen, pero este no es un invento de esa prestigiosa universidad sino de un ingenioso mecánico brasileño, Alfredo Moser y gracias a él, millones de casas en todas partes de nuestro planeta pueden ahorrar electricidad durante el día.

El sistema es muy sencillo: se llena con agua limpia una botella de plástico transparente de un litro y se coloca en el techo a través de un agujero dejando el cuerpo de la botella hacia el interior de la vivienda. El mecanismo es el siguiente: al llenar la botella de plástico con agua y cloro (para prevenir que le crezcan algas) y colocarla en el techo con la parte de la tapa hacia afuera y el cuerpo de la botella hacia adentro, la botella se convierte en una lámpara solar capaz de iluminar hasta los lugares más oscuros. Recordemos que las viviendas de personas en sitios muy pobres también son muy oscuras durante el día pues a menudo carecen de ventanas. Con estas lámparas solares en el techo se elimina este problema y los hogares gastan menos en electricidad. ¿Cuál es la razón física para ello? Gracias a la refracción de la luz cuando esta pasa por la botella sus rayos se doblan y se dispersan en diferentes direcciones creando una luz más brillante que la de un bombillo de 50 vatios.

Con este maravilloso invento de tecnología verde al alcance de todos creada por un latinoamericano, se disminuye además la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.

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