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Construir una ciudad más fuerte mediante el desarrollo de las comunidades escolares

A continuación transcribimos el texto de opinión que escribió esta semana el alcalde de Boston, Thomas M. Menino.

Esta mañana, más de 1,100 estudiantes de Boston que viven a pocas cuadras de distancia abordaron los autobuses escolares y comenzaron un largo viaje para llegar a sus salones de clases en las 64 diferentes escuelas de nuestra ciudad. Juntos, recorrieron más de 1,773 millas – la distancia desde Boston a Cheyenne, Wyoming.


Estos niños viven en la sección de Bowdoin /Geneva de Dorchester. Aquí, uno de cada tres niños es criado por una madre soltera. La tasa de desempleo es el doble del promedio de la ciudad y cerca de una de cada cuatro familias vive por debajo del nivel de pobreza.


Estos son los mismos niños por los cuales se diseñó nuestro extenso sistema de asignación de tres zonas para ayudar a los estudiantes ya casi 25 años atrás. Pero, en lugar de viajar para asistir a buenas escuelas, vemos a estos hijos dispersos por la ciudad, sin que se considere la calidad de la escuela a la que asisten.


La verdadera forma de elevar comunidades como Bowdoin /Geneva, en la dirección hacia más oportunidades no consiste en la división, sino en la colaboración. Esto significa invertir en nuestras escuelas y ayudar a las familias a que puedan asistir a la escuela de calidad más cercana a donde viven.
Desde que soy Alcalde, hemos transformado un sistema escolar considerado “en dificultades†a uno evaluado como un de los 20 mejores distritos escolares en el mundo. En 1998, apenas el 25 por ciento de los estudiantes de secundaria pasaron sus exámenes de matemáticas del MCAS. Hoy en día, el 86 por ciento lo hacen. Hace dos años nos cambiamos a un nuevo sistema que garantiza que los dólares sigan a nuestros estudiantes, pues las escuelas reciben fondos basados en el número y las necesidades de los estudiantes que van a esas escuelas.


También estamos realizando grandes cambios en los barrios de Bowdoin/ Geneva. A sólo cuatro cuadras de la intersección se encuentra la Escuela Primaria Marshall, donde sólo el diez por ciento de los estudiantes obtuvo altas calificaciones en lectura y matemáticas en los exámenes del MCAS el año pasado. Nuestro nuevo sistema de presupuesto nos ha permitido invertir $600,000 adicionales en Marshall y cambios más impresionantes se esperan en el futuro. El mes pasado, la Superintendente Johnson anunció que transformaría UP Academy este otoño, trayendo nuevos maestros, implementando un día escolar más largo y una trayectoria comprobada de alto desempeño – todo sin dejar de ser una Escuela Pública de Boston y dándole la bienvenida a los estudiantes de todos los niveles de necesidad y capacidad.


Estos cambios no hubiesen sido posibles si no hubiéramos luchado y ganado las reformas necesarias al nivel estatal y en el contrato con nuestros maestros. Nunca antes habíamos tenido la capacidad y la financiación para convertir las escuelas al ritmo que se está llevando a cabo hoy en día. Pero estas estrategias de éxito sólo funcionarán si nos comprometemos a ir más allá de simplemente atraer a los estudiantes a las escuelas cercanas a casa sino que también los matriculamos en esas escuelas.
La única garantía que ofrece nuestro proceso actual de asignación de estudiantes es el sentido de frustración. En lugar de ser enfocado en el acceso a la calidad, se construyó basado en la teoría de que la división de comunidades escolares era la única manera de ayudar a los estudiantes a tener éxito.


Una generación más tarde, sabemos que no está funcionando. Si fuera así, una comunidad como Bowdoin/Geneva se beneficiaría de los cientos de millas que sus niños viajan cada mañana y en la tarde. Por el contrario, estos niños pierden la oportunidad de participar en actividades después de clases y tutorías, ya que deben hacer el largo viaje de regreso a casa justo después del almuerzo. No tiene sentido.
Poner fin al ciclo de la pobreza agobiante en los barrios como Bowdoin/ Geneva exige la creación de estrategias para el desarrollo de las comunida des que incluyen mejores escuelas, el acceso a la atención médica, capacitación laboral, prevención del crimen y el alivio de la ejecución hipotecaria.


Juntos, nuestra ciudad ofrece todas estas cosas – y la próxima transformación de la Escuela Primaria Marshall es sólo el ejemplo más reciente. Algunos podrían decir que hay que esperar hasta que todas las escuelas se destaquen antes de tomar medidas para poner fin a la dispersión diaria de nuestros niños, pero creo firmemente que tenemos que hacer las dos cosas al mismo tiempo. Con las nuevas herramientas para definir el éxito, uno de los mejores sistemas de evaluación de los directores y maestros en el país, y un presupuesto que finalmente está proporcionando una financiación justa para las escuelas que lo necesitan, estamos embarcados en un buen camino.


Para crear comunidades escolares de calidad tendremos que comprometernos a la calidad y la comunidad.
Estamos preparados para esta tarea y nuestros niños no pueden esperar mientras discutimos. En enero, el Comité Asesor Externo para la Selección de Escuela revisará las recomendaciones finales para lograr un plan de asignación de escuelas a los niños que logre balancear de manera justa las opciones, la calidad y la comunidad.


La solución a este problema ya debatido desde hace tiempo está más cerca que nunca. Y los jóvenes de Boston de seguro se beneficiarán inmensamente.