RegresA(c) hace poco de un viaje por China. Aunque la estadA\0xADa fue breve (un libro mA\0xADo saliA\0xB3 en traducciA\0xB3n), la impresiA\0xB3n que tengo es pormenorizada.
China es un paA\0xADs de 1.3 billones de personas. Beijing y ShanghA!i representan dos facetas, algo asA\0xAD como Washington y Nueva York: la capital es una metrA\0xB3polis moderna, el epicentro polA\0xADtico, mientras que la segunda es una mA!quina financiera y artA\0xADstica que estA! marcada por un esteticismo nostA!lgico. La diferencia entre estas dos ciudades tambiA(c)n simboliza la oposiciA\0xB3n entre el norte, donde la gente es mA!s rA\0xADgida, y el sur, donde la alegrA\0xADa brota espontA!nea, las mujeres son bellas y los sabores gastronA\0xB3micos dulces. (Al oeste estA! TA\0xADbet, por el que siento una enorme curiosidad que tendrA(c) que visitar en otra ocasiA\0xB3n). Por todos lados, la industria de la construcciA\0xB3n es arremetedora. Se levantan garbosos edificios modernos, muchos de ellos para viviendas y algunos en los centros citadinos como oficinas corporativas. Esas construcciones estA!n vacA\0xADas. No podrA\0xADa decir con certidumbre cuA!ntos vi desocupados; sA(c) que el nAomero es amplio. Por ejemplo, la villa olA\0xADmpica de 2008, con su arquitectura deslumbrante (en especial el estadio que parece un nido metA!lico y la alberca que tiene la forma de un cubo de cristal), no sirve de nada en la actualidad; es decir, fue un emblema ostentoso y ahora es un fantasma.
A?CA\0xB3mo funciona hoy el comunismo chino? DifA\0xADcil explicarlo. El Aonico partido polA\0xADtico es el de Mao Zedong, cuya efigie no Aonicamente se levanta en la plaza de TianA’anmen, opuesta a la Ciudad Prohibida, el corazA\0xB3n del poder, sino que estA! en el dinero y las estampillas y los libros de texto y las souvenirs turA\0xADsticos. La censura ideolA\0xB3gica es patente; esto no impide que la gente diga lo que quiera, sino en los medios sA\0xAD a boca abierta. El Internet es libre (no se permite el uso de YouTube), siempre y cuando no se hable de disidentes y otros asuntos A»de seguridad internaA». AAon asA\0xAD, la gente con quien estuveA–artistas, escritores, editores, maestros, traductores, estudiantes y acadA(c)micosA–dice lo que quiere cuando quiere. Es a nivel econA\0xB3mico donde esa tolerable intolerancia desaparece por arte de magia. China, no cabe duda, es un paA\0xADs capitalista con un sistema peculiar de libre mercado. La gente es dueA+/-a de sus propios negocios. La competencia es la base del desarrollo. Las tarjetas de crA(c)dito A–A!he aquA\0xAD la clave!A– se usan poco. Las billeteras estA!n repletas de yuans, que van de mano en mano a velocidad inusitada.
La revoluciA\0xB3n cultural, efectuada entre 1966 y 1976, al ignorar el pasado dinA!stico del paA\0xADs, contribuyA\0xB3 silenciosamente a enfatizarlo. La China actual, a travA(c)s de museos y parques, revisa ese pasado con un dejo popular A–y hasta populacheroA– que contrasta con la suntuosidad japonesa ante sus propias pagodas y palacios y otros enclaves histA\0xB3ricos. Si bien la Gran Muralla (al subirla no pude no pensar en Kafka y en Borges) es una atracciA\0xB3n ineludible, el visitante no puede A–ni debeA– ignorar el descuido en que existe. Los chinos tienen un sistema moral basado en el honor y viven obsesionados con la educaciA\0xB3n. Que los niA+/-os entren en una escuela distinguida es la salvaciA\0xB3n familiar. Pero falta algo bA!sico en esa educaciA\0xB3n: la ironA\0xADa, la certeza que el conocimiento humano es siempre inAotil. El idioma chino es pictogrA!fico y asimismo simbA\0xB3lico. Un lector de periA\0xB3dico necesita 3,000 signos distintos para descifrar las noticias diarias. Y cada palabra es tambiA(c)n una alegorA\0xADa. Traducir al chino, por eso, es un desafA\0xADo sin igual. No me sorprende que la civilizaciA\0xB3n china sea amiga de los nAomeros, que son el A!pice de la concreciA\0xB3n.
Quiero hablar en este pA!rrafo de la comida. Me advirtieron antes de viajar que el quehacer culinario es singular. Imposible entender esa singularidad sin dejarse llevar por la gama de olores y sabores. El pescado, el carnero, el pato, el venado, el pollo, la res, el puerco, los mariscos, el loto, el arroz, el maA\0xADz, la soya, la pasta, la calabaza, los ejotes, las nueces, la patata, los frijoles, las h\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x009\0x18\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x19\0x10\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00pMA\0x8D\0x03\0x00\0x00\0x00\0x00pMA\0x8D\0x03\0x00\0x00\0x00\0x00A A>A-\0x02\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00\0x00ario, el verano se inicia oficialmente el prA\0xB3ximo miA(c)rcoles 20 de junio? Para aprovechar estos dA\0xADas con buen clima sin salir de la ciudad, El Planeta le traerA! cada semana ideas sobre lugares que estA!n a nuestro alcance, pero que muchas veces pasamos por alto. Disfrute de estos lugares en familia y viva un verano inolvidable.
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El Frog Pond en el Boston Common
Localizado en el corazA\0xB3n de la ciudad, el parque pAoblico mA!s antiguo del paA\0xADs ha dedicado gran parte de sus espacios verdes para que los mA!s chicos disfruten de actividades al aire libre. El A!rea del A»Frog PondA» (Estanque de las Ranas), donde simpA!ticas estatuas de ranas alegran el ambiente, es un divertido espacio especialmente diseA+/-ado para el deleite de los niA+/-os.
A partir del 27 de junio, la lagunita, que en el invierno se convierte en una pista de hielo, estarA! abierta junto con el chorro de agua en el medio de la piscina para que los niA+/-os se refresquen y disfruten en los dA\0xADas veraniegos.
El A!rea cuenta tambiA(c)n con un carrusel, que ya estA! abierto para esta temporada. Junto al alegre carrusel se llevan a cabo clases de yoga al aire libre durante el verano todos los martes a las 6:00pm.
MA!s informaciA\0xB3n en: bostonfrogpond.com
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Museo de los NiA+/-os
Este museo ofrece actividades que fomentan la imaginaciA\0xB3n y la curiosidad de los niA+/-os, y es sin duda una visita que no puede faltar en su itinerario de verano. Por mas de 40 aA+/-os, este muse
