MEXICO (AP) – Si algo no es Demian Bichir, es un recién llegado.
Su postulación al Oscar al mejor actor soprendió a muchos porque el artista no era demasiado conocido a nivel internacional, pero no a los mexicanos, ya que Bichir tiene una larga trayectoria en su país, donde es muy respetado.
Haciendo gala de una gran una versatilidad histriónica, ha dado vida a un sinfín de personajes, entre los que se destacan íconos revolucionarios latinoamericanos como Emiliano Zapata, Miguel Hidalgo y Costilla, Fidel Castro y Rosemberg Pabón. Su talento y disciplina lo han llevado a ganar cuatro veces el premio Ariel que otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Bichir admite que existe un vínculo emocional fuerte con su personaje de Carlos Galindo en «A Better Life», por el que fue nominado al Oscar.
«Creo que los dos tenemos mucho en común, los dos transitamos por la vida con la misma dignidad. La dignidad de Carlos Galindo es similar a la de esos millones de trabajadores indocumentados en Estados Unidos, ellos viven su vida con pasión y amor», dijo Bichir a The Associated Press en una entrevista reciente en la Ciudad de México.
En un tono reflexivo, el actor mexicano comentó que Galindo, un inmigrante que trabaja de forma ilegal en Estados Unidos, refleja un poco la etapa que él vivió en Nueva York, cuando a mediados de la década de 1980 se desempeñó como recogeplatos en el restaurante Rosa Mexicano.
«Llegué a Nueva York y comencé a trabajar sin documentos hasta que en 1985 obtuve un permiso por una amnistía. Gracias a eso logré la residencia en Estados Unidos y obtuve los dos pasaportes, el mexicano y el estadounidense. Fue un proceso muy largo», relató.
Originario de Torreón, Coahuila, al norte de México, Bichir es un hombre sencillo. A la entrevista acudió ataviado con unos jeans, un saco negro y una camiseta de algodón del mismo color. Es muy educado y le gusta platicar con la gente.
Parece agotado. Desde el anuncio de su nominación, ha atendido a más de una centenar de medios en México y Estados Unidos. De un avión a otro, ha lidiado con sus compromisos laborales en ambos países, uno de ellos la puesta en escena «Nadando con tiburones», que estrenó el 26 de enero en la capital mexicana y en la que es dirigido por su hermano Bruno.
Su papel de Esteban Reyes, un poderoso alcalde de la ciudad fronteriza de Tijuana en la serie «Weeds», contribuyó a su proyección en el mercado estadounidense; sin embargo fue su protagónico en «A Better Life», dirigida por Chris Weitz, lo que definitivamente lo catapultó en las grandes ligas.
Bichir sabe bien que su nominación al Oscar le da la posibilidad de tener más propuestas de trabajo, aunque confiesa que busca ser la misma persona y el mismo actor después de la nominación.
«Siempre he pensado que no tienes que ser el ganador de un Oscar para hacer lo que quieras de tu vida y trabajar en un buen proyecto. Siempre he tenido ese control: crecí en México y mucha gente suele decir que ‘estoy en todas las películas mexicanas’, pero la gente realmente no sabe cuántas veces he dicho que no a una larga lista de proyectos», explicó.
«Cuando me ofrecen un proyecto digo ‘esto es para ti’, y siempre me he conducido de esa forma», agregó. «Hay muchas propuestas que he rechazado y no creo que debas tener una nominación al Oscar para tener esa postura. Tú te concedes a ti mismo ese privilegio. Aún estoy en la búsqueda de proyectos de gran calidad … también busco personajes que me exijan mucho como actor».
Bichir siempre ha mostrado interés en los temas sociales de su país, como se refleja en su trabajo en teatro, cine y también en la televisión, donde protagonizó «Nada personal» y «Demasiado corazón», dos melodramas de la década de 1990 cuyos hilos conductores son la corrupción, la violencia y el crimen organizado en México.
No está afiliado a ningún partido político, pero está convencido de que el candidato de izquierda a la presidencia de México, Andrés