Es fácil darse cuenta de que las calles de Boston están llenas otra vez de jóvenes con backpacks y libros. El Boston Herald reporta que la llegada de los estudiantes fue abrupta a pesar de que hubo tres días para que hicieran sus mudanzas de forma más relajada. La gran mayoría de jóvenes esperaron para hacer todo a última hora y la ciudad explotó en caos, en especial en sectores como Allston, con gran población de estudiantes.