ir al contenido

Una ciudad de Massachusetts pone freno a la avalancha de proyectos de energía limpia

Una ilustración del sistema propuesto de almacenamiento de energía con baterías de Mission Clean Energy en Blandford. Foto: Mission Clean Energy.

Por Hannah Baratham-Green

To read this article in English in Boston Business Journal, click here.

Las ciudades y pueblos de Massachusetts están rechazando cada vez más las propuestas para construir grandes “sistemas de almacenamiento de energía con baterías”, conocidos como instalaciones BESS, que están pensados para facilitar el uso de la energía proveniente de proyectos solares y eólicos.

El pueblo de Blandford, ubicado al oeste de Springfield, es el más reciente en tomar medidas. Esta comunidad de unos 1,000 habitantes planea revisar y adaptar sus ordenanzas municipales en los próximos meses ante la avalancha de grandes propuestas de energía solar y BESS que está recibiendo. El mes pasado, los residentes votaron a favor de una moratoria temporal sobre este tipo de proyectos.

Jacqueline Coury, integrante de la junta directiva municipal, dijo que la moratoria no tiene como objetivo detener estos proyectos por completo. La describió como una “pausa que permite al pueblo entender mejor lo que se avecina”.

Los residentes quieren proteger los recursos ambientales del pueblo y sus objetivos de planificación. Coury explicó que Blandford se ha convertido en un objetivo para muchas de estas instalaciones BESS y grandes proyectos solares debido a la subestación de Eversource Energy que se encuentra en la localidad y que busca expandirse.

“Ya tenemos campos solares en el pueblo, y esos campos solares cuentan con baterías BESS, pero son como, tal vez un contenedor, ¿verdad? No 100 contenedores”, dijo Coury.

La Comisión de Agua y Alcantarillado de Springfield (Springfield Water and Sewer Commission) también se ha involucrado en el debate sobre una propuesta para construir una instalación BESS en la cuenca hidrográfica asociada al embalse Cobble Mountain, en Blandford. La comisión, que suministra agua potable a 250,000 clientes en Springfield, Ludlow, Agawam, East Longmeadow y Longmeadow, afirma que busca proteger el suministro de agua.

En una carta dirigida a la junta directiva municipal de Blandford, el director ejecutivo de la SWSC, Joshua Schimmel, dijo que “aprecia” las preocupaciones del pueblo sobre una posible amenaza a su agua potable.

“Un proyecto que esté mal diseñado y construido puede representar una variedad de riesgos relacionados con la calidad del agua”, señala la carta. “Estas preocupaciones pueden ir desde el posible uso o derrames de sustancias químicas, un mayor riesgo de incendios forestales, hasta problemas de sedimentos y erosión que pueden provocar un aumento de la turbidez y de la materia orgánica que se descarga en los embalses”.

Schimmel añadió que trabajaría con el pueblo para desarrollar controles de zonificación, como un distrito de protección de cuencas hidrográficas o regulaciones de salud, con el fin de proteger la cuenca del embalse Cobble Mountain.

Los residentes de Blandford han comenzado a protestar contra los sistemas propuestos de almacenamiento de energía con baterías en esta localidad del oeste de Massachusetts. Foto: Kevin Green.

Varios proyectos en el horizonte

Blandford está tratando de adaptarse rápidamente al aumento en el número de propuestas que recibe para proyectos de energía limpia.

El mayor hasta ahora es un proyecto BESS de 170 megavatios presentado este año por la empresa californiana Mission Clean Energy. Las instalaciones BESS se utilizan para almacenar energía de fuentes renovables intermitentes, como la solar y la eólica, cuando la producción es alta, y luego liberar la energía almacenada cuando la producción disminuye.

El sitio propuesto por Mission incluiría aproximadamente 200 contenedores de acero, cada uno del tamaño de un contenedor de envío. Los contenedores contendrían baterías de fosfato de hierro y litio y se ubicarían sobre plataformas de concreto.

Los residentes de Blandford y de otros pueblos han planteado preocupaciones sobre la seguridad y el medio ambiente respecto a las instalaciones BESS, así como sobre la pérdida de bosques y tierras agrícolas debido a su ubicación.

Los defensores de estos proyectos argumentan que no representan riesgos indebidos y que son necesarios para la transición hacia la energía limpia. Audrey Copeland, directora de desarrollo en Mission, dijo previamente al Business Journal que los incendios en los contenedores BESS son “muy, muy raros” y que el humo no es más tóxico que el de un incendio residencial.

Max Bakker, director ejecutivo de Mission, dijo al Business Journal que la empresa está “comprometida a seguir trabajando con el pueblo de Blandford y con los residentes locales para escuchar sus preocupaciones y compartir información sobre el proyecto propuesto”.

“El almacenamiento con baterías es una tecnología bien establecida que ya se utiliza en todo el país, con más de 25 gigavatios operando hoy, incluidos más de 100 proyectos en Nueva Inglaterra. Massachusetts ha enfrentado desafíos reales de confiabilidad de la red en los últimos años, particularmente durante condiciones climáticas extremas, y el almacenamiento de energía es una de las herramientas que el estado está usando para asegurar que todos los hogares tengan electricidad cuando más se necesita”, dijo Bakker. Mission aún no tiene sitios BESS operativos.

Bakker agregó que el proyecto generaría aproximadamente $10 millones en ingresos fiscales totales a lo largo de su vida útil, que suele ser de unos 20 años en proyectos BESS.

Reformas estatales provocan resistencia

La legislación reciente —incluida la ley climática que la gobernadora Maura Healey firmó en noviembre de 2024— ha impulsado el desarrollo de algunos de estos proyectos. También se ha vuelto controvertida por cambiar el proceso de permisos.

Anteriormente, las empresas podían solicitar al estado una exención a las ordenanzas de zonificación locales si se encontraban con obstáculos en los pueblos, pero a partir de julio de 2026, todos los proyectos irán directamente a una junta estatal para su aprobación.

Algunos residentes afirman que esto permite a las empresas tecnológicas respaldadas por capital de riesgo eludir más fácilmente los deseos de la comunidad. Mientras tanto, el estado sostiene que este cambio agilizará el proceso de permisos y generará más oportunidades de participación local en la ubicación y aprobación de instalaciones BESS.

La Comisión de Agua y Alcantarillado de Springfield también envió una carta al Departamento de Recursos Energéticos respecto a las reformas en curso sobre la ubicación y permisos de infraestructura de energía limpia. La ley exige que las nuevas regulaciones se completen antes del 1 de marzo de 2026.

Schimmel señaló que, si bien la comisión generalmente apoya los proyectos de energía verde, los proyectos BESS podrían presentar “riesgos inaceptables para la calidad del agua cuando se ubican dentro de cuencas de abastecimiento público de agua”.

Blandford no es el único pueblo que está tomando medidas para adaptar sus ordenanzas a estos proyectos. La junta directiva de Southwick votó recientemente para programar audiencias públicas sobre si debería establecer una moratoria. Otras comunidades, como Westfield, han rechazado proyectos BESS y han visto que esas propuestas fueran retiradas este año.

Últimas Noticias

X