Vanessa Calderón-Rosado, directora ejecutiva de Inquilinos Boricuas en Acción (IBA), fue distinguida recientemente como una de las participantes del programa Icon Award: A Woman Who Means Business 2025, un reconocimiento otorgado por el Boston Business Journal a mujeres que están dejando una huella significativa en el desarrollo económico y social de Greater Boston.
La entrega de premios, realizada el 4 de diciembre en el Hilton Boston Park Plaza, reunió a figuras destacadas del estado y abrió un espacio para reflexionar sobre el acompañamiento a mujeres jóvenes en el ámbito laboral y sus trayectorias hacia posiciones de liderazgo.
Desde que asumió el liderazgo de la organización en 2003, Calderón-Rosado ha impulsado un modelo de trabajo centrado en fortalecer a las familias mediante acceso a vivienda asequible, programas educativos y actividades culturales. Gracias a ese enfoque, IBA se ha convertido en la organización sin fines de lucro de dirección latina más grande de la región, atendiendo a miles de residentes y elevando la visibilidad de las necesidades y aportes de la comunidad latina en la ciudad.
Nacida en Puerto Rico, Calderón-Rosado llegó a Boston hace más de tres décadas para realizar estudios de posgrado en la Universidad de Massachusetts Boston. En ese momento, imaginaba que la ciudad sería solo una escala en su carrera profesional.
Sin embargo, la conexión con la comunidad cambió su perspectiva. Cuando asistió por primera vez a un evento de Inquilinos Boricuas en Acción, encontró un espacio donde la identidad, la cultura y el apoyo mutuo le ofrecieron un sentido de pertenencia que no esperaba.
“Sentí, desde el primer momento, que estaba entrando en un pedacito de Puerto Rico en Boston”, le compartió a Boston Business Journal.
Diez años después, ese vínculo la llevó a dirigir la organización. Hoy, su trabajo se centra en fortalecer el acceso a vivienda, con un portafolio de más de 600 unidades de alquiler asequible. Calderón-Rosado advierte que la misión adquiere aún mayor urgencia frente a recortes en el financiamiento federal y a políticas que han generado preocupación entre las familias inmigrantes.
“Todo está conectado: cuando una familia no puede pagar renta, cuando alguien pierde el empleo o cuando los niños dejan de ir a la escuela, el impacto se siente en todas las áreas de la vida”, le explicó a Boston Business Journal. Para ella, los efectos de este panorama aún no se conocen por completo.
A pesar de los desafíos, la líder mantiene una visión esperanzadora. También subraya la importancia de acompañar a quienes, como ella en su momento, llegan a un lugar nuevo con barreras de idioma y cultura.
Ella destacó que ha tenido la fortuna de contar con buenos mentores que la ayudaron a entender la cultura, enfrentar desafíos y conectar con personas afines, lo que abrió nuevas oportunidades y cambió su trayectoria.