Por Sarah Betancourt
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Convertirse en ciudadano estadounidense toma años e implica obtener la residencia permanente, entrevistas exhaustivas, verificaciones de antecedentes, clases y un examen de ciudadanía. La ceremonia de naturalización es el paso final: allí se realiza el juramento de lealtad y se entrega el certificado de ciudadanía.
El jueves, inmigrantes aprobados para naturalizarse acudieron a Faneuil Hall —conocido como la cuna de la libertad— para vivir ese momento tan esperado. Pero, al llegar y hacer fila, algunos fueron informados por funcionarios del U.S. Citizenship and Immigration Services que no podían continuar debido a sus países de origen.
Lo mismo está ocurriendo en ceremonias de naturalización en todo el país, después de que USCIS ordenara detener la adjudicación de todos los trámites migratorios para personas de 19 países considerados “de alto riesgo”.
“Una de nuestras clientas fue a su ceremonia porque no recibió a tiempo el aviso de cancelación”, dijo Gail Breslow, directora ejecutiva de Project Citizenship. “Cuando llegó, los oficiales preguntaban a todos de qué país venían. Si mencionaban ciertos países, les pedían salir de la fila y les informaban que su ceremonia estaba cancelada”.
Esa clienta —una mujer haitiana de unos 50 años— tiene su residencia desde principios de los 2000 y comenzó su proceso con Project Citizenship en enero. Rechazó una entrevista, según Breslow.
“La gente está devastada y asustada”, dijo Breslow a GBH News. “Sacaron a personas directamente de la fila. No cancelaron toda la ceremonia”.
Dijo que muchos clientes con ceremonias y citas próximas con USCIS han recibido cancelaciones a través del portal en línea. Compartió un ejemplo de los avisos que están recibiendo, los cuales no ofrecen más orientación ni instrucciones.
“Una persona preguntaba: ‘¿Qué hice mal? ¿Por qué me pasa esto?’ y necesitaba que le aseguraran que no era por algo que hubiera hecho. Que no era su culpa”, dijo Breslow.
La ceremonia, en la que normalmente los inmigrantes están acompañados por familiares y amigos para presenciar este momento que les cambia la vida, suele ser presidida por un juez o un funcionario de USCIS. Ni USCIS ni la agencia a la que pertenece —el Departamento de Seguridad Nacional— han respondido a solicitudes directas de comentarios sobre lo ocurrido en Faneuil Hall. El viernes, USCIS emitió un comunicado anunciando la creación de un Centro de Evaluación (USCIS Vetting Center) en Atlanta para los procesos de inmigración y naturalización.
“El papel de USCIS en el sistema migratorio del país nunca ha sido más crítico. Tras varios incidentes recientes de violencia, incluido el ataque de un ciudadano extranjero a miembros de la Guardia Nacional en territorio estadounidense, la creación de este centro nos dará mayores capacidades para proteger la seguridad nacional y garantizar la seguridad pública”, dijo el director de USCIS, Joseph B. Edlow, en el comunicado.
Defensores criticaron duramente la medida.
“Cuando una persona inmigrante realiza el juramento de ciudadanía, es un reconocimiento al enorme sacrificio de tiempo, esfuerzo y recursos económicos que ha hecho con la esperanza de convertirse en miembro pleno de nuestra comunidad y del país”, dijo Elizabeth Sweet, directora ejecutiva de la MIRA Coalition. “Cancelar ese paso final es innecesariamente cruel y no contribuye a hacer este país más seguro”.
Los países actualmente incluidos en la lista de veto total de viaje son Afganistán, Myanmar, Chad, Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. En la lista de veto parcial están Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.