El estado de Massachusetts está considerando un nuevo proyecto de ley (S.237) que limitaría de manera significativa las cajas de autoservicio en los supermercados.
La propuesta, presentada por el senador estatal Paul Feeney, establece un máximo de ocho estaciones de auto-pago por tienda y contempla varias medidas de personal para garantizar que los clientes siempre puedan acceder a asistencia humana.
El proyecto busca equilibrar la automatización con la protección del empleo y la calidad del servicio al cliente, respondiendo a preocupaciones sobre la dependencia excesiva de la tecnología en el comercio minorista.
Principales disposiciones del proyecto
- Ningún supermercado podrá operar más de ocho estaciones de auto-pago al mismo tiempo.
- Las tiendas deben mantener al menos una caja atendida por cada dos estaciones de autoservicio en funcionamiento, garantizando ayuda humana disponible en todo momento.
- Cada empleado encargado de los autoservicios solo puede supervisar un máximo de dos máquinas simultáneamente y no podrá asumir otras tareas mientras lo hace.
- La División de Normas de Massachusetts será la encargada de hacer cumplir la ley e implementar un sistema de sanciones que se agraven en caso de infracciones repetidas. La multa por la primera infracción equivale a un día completo de salario y beneficios de un cajero senior por cada día de incumplimiento.
- Tanto clientes como empleados podrán presentar quejas sin riesgo de represalias; los empleados pueden llevar casos a la corte superior si alegan represalia.
Estado y reacción pública
El proyecto de ley tuvo una audiencia pública el 20 de octubre de 2025 ante el Comité Conjunto de Protección al Consumidor y Licencias Profesionales.
Los defensores del proyecto lo ven como una medida para proteger empleos y mantener estándares de servicio, mientras que los críticos advierten que podría aumentar los costos operativos y generar molestias a los clientes que buscan la rapidez del autoservicio.
Si se aprueba, esta legislación representaría un cambio significativo en el uso de la automatización en los supermercados de Massachusetts, respondiendo tanto a la frustración de los consumidores como a la necesidad de proteger a los trabajadores en un contexto de creciente adopción de autoservicio.