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Con la inteligencia artificial presente en las universidades, algunos profesores optan por usarla

Greg Kestin creó la aplicación TeachGPT. El profesor de Harvard asegura que ayuda a sus estudiantes de física a aprender conceptos básicos más rápido que en las clases presenciales. Kirk Carapezza, GBH News

Por Kirk Carapezza

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Cuando Greg Kestin era estudiante de posgrado en 2017, trabajó en el programa de ciencia insignia de PBS, NOVA, explorando cómo la inteligencia artificial (IA) podría transformar el mundo.

“Ya estaba pensando en la posibilidad de reemplazar a una persona”, recordó mientras se sentaba en un laboratorio de física de Harvard, donde ahora enseña.

El año pasado, Kestin puso en práctica esa idea de replicar a un ser humano. Creó una plataforma llamada TeachGPT, un chatbot personalizado que funciona como tutor disponible todo el tiempo y que imita su estilo de enseñanza.

“Nunca pretendo reemplazar a nadie, sino delegar algunos de los aspectos más repetitivos de la enseñanza para que la IA los haga”, dijo. “Estoy usando la IA como una herramienta que se guía por la forma en que yo enseñaría".

Estudios recientes muestran que la mayoría de los estudiantes universitarios usan inteligencia artificial generativa para manejar sus múltiples tareas, desde generar ideas y preparar estudios hasta gestionar correos electrónicos. En Middlebury College, más del 80% de los estudiantes encuestados afirmaron usar IA generativa, aunque solo aproximadamente un tercio la utiliza de manera frecuente.

Los críticos sostienen que estas nuevas herramientas podrían afectar las habilidades de comunicación y pensamiento crítico de los estudiantes, debilitando la educación y el ámbito académico. Sin embargo, estudiantes y profesores como Kestin argumentan que la IA puede mejorar el aprendizaje, no disminuirlo.

A diferencia de un chatbot genérico alimentado por todo internet, Kestin y sus colegas desarrollaron TeachGPT para enfocarse en cursos específicos y material previamente verificado por los profesores. Los estudiantes que usan la aplicación pueden acceder a conferencias en video y cuestionarios de práctica junto al tutor chatbot, que ofrece una guía —pero no siempre las respuestas directas— para apoyar su aprendizaje.

Arezoo Ghazagh, estudiante de último año de Harvard y especializada en neurociencia, originaria de New Haven, Connecticut, utiliza la aplicación de tutoría personalizada TeachGPT. También recurre a ChatGPT para organizar tareas en su ajetreada rutina diaria. Kirk Carapezza, GBH News

Dos de los estudiantes de Kestin, Arezoo Ghazagh y Nayan Sapers, ambos en su último año, aseguran que TeachGPT les ha ayudado a comprender los conceptos básicos de la física.

“Está específicamente diseñado por el personal de nuestro curso, así que sabemos que cualquier respuesta que nos dé es algo que nuestro profesor verá y que ha sido revisado previamente”, dijo Ghazagh, estudiante de neurociencia.

“Me permitió participar mucho más en clase. Llegaba ya con una comprensión bastante sólida del material del día”, agregó Sapers, quien estudia biología y psicología.

Kestin evaluó el desempeño de su tutor de IA en un estudio controlado y descubrió que los estudiantes que usaban TeachGPT aprendían conceptos básicos mejor y más rápido que en la clase tradicional.

“Los estudiantes podían aprender más y, además, se sentían más involucrados y motivados”, señaló.

Nayan Sapers, estudiante de último año en Harvard originario de Jamestown, Rhode Island, estudia biología y psicología. Asegura que usar la aplicación TeachGPT aumentó su confianza en física. También recurre a plataformas de IA genéricas como ChatGPT para “descargar cognitivamente” tareas y redactar correos electrónicos. Kirk Carapezza, GBH News

Katie Shilton, profesora de ética tecnológica en University of Maryland, en College Park, ve oportunidades para el resto del ámbito universitario.

“El tutor personalizado es un uso realmente emocionante de estas tecnologías”, afirmó.

En sus propias clases, Shilton sabe que la IA no va a desaparecer, por lo que pide a los estudiantes que la utilicen de maneras que se alineen con sus valores y objetivos. Según ella, los tutores de IA pueden darles la libertad de hacer preguntas que podrían darles vergüenza formular “porque no quieren parecer que no saben, o por razones típicas de cualquier estudiante”.

Además, Shilton señaló que esta nueva tecnología es escalable: escuelas secundarias, colegios comunitarios y grandes universidades podrían implementarla fácilmente.

A pesar de los avances tecnológicos, Shilton no cree que los profesores vayan a ser reemplazados pronto.

“No lo veo así,” dijo. "En un aula ocurre mucho más que solo la tutoría o recibir información de una pantalla. Esas cosas no son reemplazables con la forma en que los chatbots funcionan actualmente".

Greg Kestin, profesor de física en Harvard, creó un tutor personalizado usando el chatbot TeachGPT. “Nunca pretendo reemplazar a nadie, sino delegar algunos de los aspectos más repetitivos de la enseñanza para que la IA los realice”, dijo Kestin. Kirk Carapezza, GBH News.

Kestin está de acuerdo. Ahora colabora con el departamento de matemáticas de Harvard, así como con colegas de Yale y Stanford, en la creación de más tutores personalizados. Incluso algunas escuelas secundarias locales han mostrado interés en usar algo distinto a un chatbot “estándar”.

Aún así, Kestin advierte que las escuelas deberán avanzar con cautela en este nuevo mundo.

“No animo a nadie a simplemente poner un chatbot en el aula”, señaló, destacando cómo los estudiantes podrían saltarse el pensamiento crítico. “Solo llegan al resultado final en lugar de reflexionar sobre el proceso".

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