La compañía de Google que produce y opera carros sin conductores, Waymo, ha expresado interés en desplegar sus carros a las calles de Boston. La compañía empezó a recolectar datos de las calles de Boston en mayo como parte de un estudio para evaluar la posible implementación de sus vehículos autónomos. La semana pasada, presentó sus hallazgos y el progreso de su análisis en una reunión con el Concejo Municipal de Boston.
Los carros sin conductor de Waymo han explotado en los últimos años, con sus vehículos ya en las calles de San Francisco, Los Angeles, Phoenix, Austin y Atlanta. Pero, aunque sean muchos los consideran como una tecnología del futuro que mejora sus ciudades, muchas ciudades como New York han peleado o hecho sus carros sin conductores ilegales, con preocupaciones de seguridad y empleo.
Actualmente, Waymo está buscando trabajar con el City Council de Boston. “En nuestra reunión, pudimos escuchar a un director regional de Waymo para aprender más sobre su tecnología y lo que intentan traer a Boston”, dijo el concejal Enrique Pepén en una entrevista con El Planeta. “También escuchamos a representantes sindicales de toda la ciudad, algunos de los cuales representan a conductores de Uber y Lyft que se sindicalizaron recientemente”.
Los problemas con la implementación
El concejal y miembros de la comunidad expresaron su preocupación por las calles de Boston al ser una de las ciudades más viejas de los Estados Unidos con una infraestructura y calles confusas y angostas. En el invierno, las calles se congelan y la nieve cambia donde uno se pueda parar. En comparación a una ciudad como Phoenix, las vías son extremadamente más difíciles de manejar y notoriamente, los conductores son mucho más agresivos.
Aunque hay otra gran preocupación: Los trabajadores.
Según el Greater Boston Labor Council, 70.000 conductores que trabajan para aplicaciones como Uber y Lyft y decenas de miles de conductores de transporte y reparto de camiones Teamsters podrían quedar desplazados si la tecnología de Waymo entra a la ciudad.
“Mi mayor preocupación es que, al tener autos automatizados, estemos iniciando el proceso de quitarle trabajo a la gente” dijo el concejal Pepén, “Personas que usan trabajos como Uber, Lyft y taxis para alimentarse y mantener a sus familias. No me siento cómodo con eso”.
El concejal también mencionó que muchos miembros de la comunidad latina dependen de estos trabajos para mantenerse.
Esta preocupación también estuvo presente en Los Ángeles, donde muchos residentes y trabajadores protestaron por los cambios.
Oficiales de Waymo han compartido en varias ocasiones que la tecnología no está hecha para reemplazar todos los conductores, solo agregar otra modo de transportaciones para los residentes de una ciudad.
Lo que viene
La audiencia de la semana pasada fue el inicio de las conversación que el City Council de Boston ha tenido sobre estos problemas. Entonces queda mucho entre estas conversaciones y la posible presencia de Waymo en las calles.
“Si quieren operar en la ciudad de Boston, tienen que seguir trabajando con la administración municipal para ver si esto es algo que queremos implementar en Boston”, dijo el concejal Pepén. “Sin embargo, si mis colegas del City Council y yo no queremos que esto suceda, existe la posibilidad de prohibir los vehículos autónomos en la vía pública”.
Actualmente, con todo los problemas y controversias, el futuro no se ve muy optimista para Waymo en Boston.
“Me siento cómodo diciendo que la mayoría del City Council no está a favor de traer Waymo a la ciudad. En la audiencia, pudimos escuchar el testimonio de muchos de mis colegas y compartieron mi opinión”, dijo el concejal.
Matt Walsh, el jefe regional de políticas públicas estatales y locales de Waymo, dijo que la ciudad todavía no tiene un plan para empezar en la ciudad.
Massachusetts todavía no ha presentado leyes que establezcan reglas claras sobre cómo deben operar los vehículos autónomos, incluyendo temas de seguridad y responsabilidad. Sin ese marco legal, empresas como Waymo no pueden comenzar a operar en el estado.
Además, cualquier ciudad, como Boston, tiene el derecho a prohibir los vehículos dentro de jurisdicción.