La gobernadora Maura Healey dijo en un comunicado de prensa que Massachusetts podría perder $350 millones en fondos directos debido a recortes de la Administración de Trump y a nuevas propuestas de recortes que están siendo discutidas en el Congreso por legisladores republicanos.
Esta semana, Healey dio a conocer un nuevo tablero público en mass.gov/fedimpact, donde se detallan los recortes de fondos federales a las agencias estatales, los cuales impactan programas importantes como la prevención de desastres, apoyo a la salud mental en escuelas, tutorías, seguridad en los planteles, acceso a alimentos saludables para niños y estudiantes, prevención y tratamiento de enfermedades respiratorias, centros de salud comunitarios, servicios para personas con adicciones y la ampliación del acceso a internet.
Impacto en programas como SNAP
Según la gobernadora estos recortes no solo afectan programas esenciales de salud y educación, sino también la asistencia alimentaria de más de un millón de personas, entre ellas familias latinas dependen de estos recursos para sobrevivir.
Es por ello que la gobernadora Maura Healey envió una carta al Comité de Agricultura, Nutrición y Silvicultura del Senado y al Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes, pidiéndoles que no aprueben los cambios propuestos por los republicanos en el Congreso al programa federal de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP).
El programa brinda asistencia a cientos de miles de familias en Massachusetts, incluidas familias latinas. De aprobarse la propuesta, se haría reducción de $710 millones anuales en fondos para el estado que podría afectar el acceso a alimentos de niños, adultos mayores, trabajadores, veteranos y personas con discapacidades.
La vicegobernadora Kim Driscoll agregó que estos recortes afectarían también a los pequeños negocios, incluyendo bodegas, mercados y restaurantes que dependen de las compras realizadas con estos beneficios.
“SNAP es un salvavidas para muchas familias y negocios en nuestro estado y en la nación”, señaló Driscoll. “Estas propuestas harían imposible administrar este programa vital, forzando a los niños a pasar hambre y dañando nuestra economía", añadió.
Según datos del estado, por cada dólar que se gasta a través del programa SNAP, se generan hasta $1.50 en la economía local, lo que ayuda a mantener miles de empleos en Massachusetts. Además, cerca de 7,000 agricultores locales podrían perder ingresos importantes, lo que impactaría a los mercados de agricultores, programas de agricultura comunitaria (CSA) y tiendas de alimentos locales.
