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“Retirarse” no es una opción para muchos. Trabajar luego de los 60 años es la tendencia

Las personas viven más tiempo y, en consecuencia, necesitan más recursos para mantenerse una vez que se jubilen.

Un informe alarmante indica que aproximadamente el 35% de los estadounidenses en este grupo de edad no tienen una pensión ni ahorros suficientes para su jubilación. Foto: Freepik.

En los últimos años, la preocupación por la jubilación ha aumentado en Estados Unidos, especialmente para la población de entre 55 y 64 años.

Un informe alarmante indica que aproximadamente el 35% de los estadounidenses en este grupo de edad no tienen una pensión ni ahorros suficientes para su jubilación.

Este dato pone de manifiesto una realidad preocupante: muchas personas en esa franja de edad se ven obligadas a continuar trabajando más allá de la edad tradicional de jubilación. Esta situación no solo refleja la falta de preparación financiera, sino también la creciente incertidumbre económica que enfrentan muchas familias en el país.

Una de las razones principales de esta falta de ahorro es la ausencia de un sistema de pensiones público y eficiente. A diferencia de otros países con sistemas de pensiones universales o sistemas de seguridad social más robustos, en Estados Unidos, los ciudadanos dependen en gran medida de si mismos para ahorrar para la jubilación. A pesar de los esfuerzos por promover el ahorro individual, como los planes 401(k) y otros fondos de pensiones privados, muchas personas no han sido capaces de ahorrar lo suficiente debido a salarios insuficientes, deudas crecientes y una vida cada vez más costosa.

Además, la falta de educación financiera y de asesoramiento sobre cómo manejar los ahorros para la jubilación ha exacerbado esta crisis.

Otro factor relevante es el aumento de la longevidad. Las personas viven más tiempo y, en consecuencia, necesitan más recursos para mantenerse una vez que se jubilen. Sin embargo, el sistema de pensiones en Estados Unidos no ha evolucionado lo suficiente para hacer frente a este cambio demográfico.

Muchas personas que deberían estar disfrutando de su jubilación se encuentran trabajando por necesidad, ya sea en empleos a tiempo parcial o en actividades que requieren un esfuerzo físico, lo que puede ser perjudicial para su salud. Esto no solo afecta su calidad de vida, sino que también tiene implicaciones para el mercado laboral, ya que personas de mayor edad ocupan puestos que podrían estar destinados a trabajadores más jóvenes.

Las estadísticas también muestran que las personas de bajos ingresos y las minorías raciales y étnicas son las que más se ven afectadas por la falta de ahorros para la jubilación. Estos grupos tienen menos acceso a planes de pensiones adecuados y enfrentan mayores desafíos económicos a lo largo de su vida laboral. Esto contribuye a una mayor disparidad económica en la jubilación, con un número significativo de personas que no pueden permitirse retirarse de manera digna.

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