Querida comunidad inmigrante de Boston:
Los vemos, los valoramos, ustedes pertenecen aquí.
Como hija de una madre que en su momento no tuvo ningún estatus migratorio, quiero que sepan que no están solos. Conozco bien lo que significa vivir con incertidumbre, cargar con el peso del miedo y, aun así, presentarse cada día con fortaleza.
Esa resiliencia vive en nuestras familias, en nuestros vecindarios y en nuestros corazones.
En momentos como este, es más importante que nunca mantenernos firmes en la verdad y conectados entre nosotros. Cuando cuidamos los unos de los otros —ya sea un vecino, un amigo o un desconocido— recordamos que las comunidades son más fuertes cuando permanecen unidas.
Estamos viendo acciones por parte de ICE y del gobierno federal que están dirigidas contra residentes de larga data y que se presentan en nuestros vecindarios vestidos de civil y sin identificación. Estas tácticas son profundamente alarmantes y están generando miedo y confusión en nuestras comunidades inmigrantes, pero no son toda la historia.
Porque aquí en Boston, nos estamos organizando, estamos resistiendo y nos estamos protegiendo mutuamente.
He reunido a líderes religiosos, abogados de inmigración, miembros de organizaciones sin fines de lucro, profesionales de la salud y defensores de toda la ciudad para aportar ideas sobre estrategias que protejan a nuestras comunidades. Organizamos una manifestación en apoyo a la alcaldesa Wu, mientras testificaba ante el Congreso reafirmando el compromiso de Boston con la inclusión, la seguridad y la dignidad de cada residente.
Cuando recibí llamadas de mujeres aterradas tras un operativo realizado sobre un salón de uñas, me presenté. Porque nadie debería sentirse solo en esos momentos. Nos aseguramos de que tuvieran la información necesaria y el apoyo para sentirse seguras.
Seguiremos defendiendo la Ley de Confianza de Boston y oponiéndonos a las políticas que amenacen a nuestras comunidades.
Vamos a protegernos. Vamos a seguir luchando por una ciudad donde todos puedan vivir con dignidad y sin miedo.
Saludos,
Julia Mejía, Concejal General de la Ciudad de Boston.
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