En La Colaborativa siempre hemos creído en el poder transformador de la educación como herramienta clave para que nuestra comunidad salga adelante. Y en estos tiempos difíciles, cuando somos criminalizados, discriminados y juzgados injustamente, es cuando más debemos mostrar la calidad humana y la empatía que nos define. Porque solo así podemos contrarrestar la imagen negativa que se ha construido sobre el inmigrante en este país.
Lo que está ocurriendo es profundamente preocupante: Personas que han seguido los procesos legales para estar aquí, sin antecedentes criminales, están siendo detenidas simplemente por el hecho de ser inmigrantes, por ser como tú o como yo.
Nos acusan colectivamente de ser criminales, cuando en realidad, la gran mayoría de migrantes venimos a aportar. Desde quienes ocupan altos cargos en grandes corporaciones hasta quienes trabajan incansablemente en cocinas, en la construcción o en el campo. Somos muchos más los que sumamos, que los pocos que actúan con malas intenciones.
Nos llaman carga pública y nos acusan de "robar" empleos, cuando lo cierto es que hemos trabajado desde el primer día, aportando a la economía y ocupando trabajos que muchos no están dispuestos a hacer.
Se nos castiga por querer permanecer en una tierra que no nos vio nacer, pero que fue construida y aún hoy se sostiene gracias a la fuerza laboral del inmigrante. Llegamos buscando seguridad y libertad, huyendo del malestar político y económico de nuestros países, creyendo que aquí encontraríamos un refugio, un lugar donde sentirnos a salvo. Pero hoy nos enfrentamos a una cruel cacería que no se trata solo de leyes migratorias: es una violación de derechos humanos, un ataque directo a la dignidad de quienes consideran esta ciudad, este país, su hogar.
La imagen del inmigrante trabajador —el que limpia los baños, el que cocina nuestros alimentos, el que cuida a nuestros hijos muchas veces dejando a los suyos atrás— ha sido distorsionada. Y nos toca a nosotros como comunidad cambiar esa narrativa.
Nuestra invitación es a que nos unamos, a que defendamos nuestros derechos, a que no nos quedemos callados ante las injusticias, a que documentemos todo lo que está pasando, a que nos cuidemos los unos a los otros, y nos apoyemos. Nuestro llamado es a que le gritemos al mundo entero que NO todos los que migramos a este país somos lo peor. Somos aproximadamente 11 millones de personas trabajadoras con calidad humana que aman esta tierra como la propia.
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Gladys Vega,
Presidenta y CEO de La Colaborativa.