La gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, ha propuesto eliminar la exención del impuesto sobre la venta de dulces en su nuevo presupuesto estatal, generando un debate.
La columnista de The Boston Globe, Marcela García, en su newsletter ¡Mira!, expuso que esta medida abre la puerta a cuestionamientos sobre la coherencia del sistema tributario. “Lo primero que se me viene a la mente es, bueno, ¿pero qué es considerado un dulce?», expresó en su análisis. La pregunta no es trivial, pues si los dulces serán gravados (aquellos que están sujetos a una tarifa específica del Impuesto al Valor Agregado) , ¿qué ocurre con otros productos con alto contenido de azúcar, como ciertos cereales y barritas de desayuno?
Además, el debate sobre lo que se califica como “dulce” es más complejo de lo que parece. “Hay muchas comidas que tienen un nivel muy alto de azúcar y prácticamente pueden ser dulces, pero se consideran comida y no se les carga impuestos”, explica García al realizar su investigación.
La propuesta de Healey ha generado escepticismo en ciertos sectores. “Cuando estuve entrevistando a expertos, alguien me comentó que a esto se le llamaba en broma un impuesto a Halloween, porque es cuando la gente más compra dulces”, compartió García con El Planeta. Sin embargo, el impacto del impuesto va más allá de las festividades. En la mayoría de los estados donde existe un impuesto similar, la definición de dulces tiene criterios particulares. Por ejemplo en Texas los dulces y chicles son específicamente mencionados como productos a los que se les aplica el impuesto.
“Este tipo de impuestos afecta más proporcionalmente a las personas de bajos ingresos”, explicó la columnista, citando a Viviana Abreu-Hernández, presidenta del Massachusetts Budget and Policy Center (MassBudget).
García en su newsletter afirma que esta medida resulta aún más controversial cuando se compara con otras exenciones fiscales en el estado, como la que beneficia a quienes compran jets privados y helicópteros. Según MassBudget eliminar esa exención generaría alrededor de 27,6 millones de dólares en ingresos estatales, una cifra superior a los 25 millones que se estiman con el impuesto a los dulces.
En conversación con El Planeta Marcela García, autora de ¡Mira!, informó que este tema llamó la atención de los residentes. “Algunas personas me dijeron que este impuesto es insignificante y que la gente ni lo va a sentir”, relató García. Sin embargo, otros reaccionaron sorprendidos al descubrir la exención fiscal sobre la compra de aviones privados. “Hubo gente que me escribió diciendo: ‘Ay, pues sí, yo tampoco sabía de los aviones privados. Eso es algo más justo’”, comentó.
La decisión tendrá un impacto tanto en la economía del estado como en la percepción de equidad fiscal entre los ciudadanos de Massachusetts.
Este artículo se basa en el newsletter ¡Mira! de Marcela García, periodista de Globe Opinion. El análisis de este tema es solo un ejemplo del tipo de contenido que Marcela García aborda en su newsletter, un boletín bilingüe en español e inglés publicado por The Boston Globe. “La idea de mi newsletter es crear un espacio donde pueda hablar directamente con los lectores de una manera gratuita”, le compartió la periodista a El Planeta